El documento judicial sobre el allanamiento de la vivienda del atacante que incendió la residencia del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, antes de Pésaj, confirma que el objetivo fue elegido por su postura respecto a los palestinos.
PennLive divulgó primero la información, que también vincula la agresión al antisemitismo, dado que Shapiro no tiene injerencia en asuntos internacionales.
Cody Balmer se comunicó con el 911 luego del ataque. Durante la llamada, afirmó que Shapiro debía saber que él no apoyaría sus “planes sobre lo que quiere hacerle al pueblo palestino”.
En la orden se consigna que Balmer exigió que Shapiro “deje de permitir que maten a mis amigos” y acusó al gobernador de causar sufrimiento a su comunidad. El tono de la conversación sugiere que Balmer leía un texto previamente preparado.
Balmer expresó que no tenía intención de huir. “Todos saben dónde encontrarme. No me escondo y confesaré todo lo que he hecho”, declaró en su llamada a la policía, cerca de una hora después del incendio.
La policía estatal afirmó en el informe judicial que la agresión fue motivada por un sentido de injusticia hacia los palestinos y por el origen judío de Shapiro.
Durante su evaluación como posible candidato a la vicepresidencia, Shapiro enfrentó ataques de sectores de izquierda radical, quienes criticaron sus opiniones sobre Israel, a pesar de ser más moderadas que las de otros aspirantes no judíos.