Un ataque incendiario sacudió una sinagoga en el este de Melbourne, mientras los fieles se encontraban dentro del edificio. El incidente, que ocurrió el viernes por la noche, marcó un nuevo episodio en la serie de agresiones contra la comunidad judía en Australia. La policía informó que las llamas, iniciadas en la entrada del templo, fueron sofocadas por los bomberos. Las 20 personas presentes resultaron ilesas.
Este suceso se suma a una cadena de actos antisemitas en el país. Hace siete meses, otro incendio provocado por pirómanos dejó una persona herida y causó graves daños en otra sinagoga de la misma ciudad. La reiteración de estos ataques ha generado alarma en la comunidad y entre las autoridades.
Jacinta Allan, primera ministra de Victoria, condenó el hecho con contundencia. “Resulta absolutamente espantoso que otra sinagoga judía haya sido blanco de un ataque”, expresó en un comunicado oficial. La líder destacó que cualquier agresión contra un lugar de culto constituye un acto de odio, y cuando se dirige a una sinagoga, representa un claro acto de antisemitismo.
Las investigaciones preliminares apuntan a un sospechoso, descrito como un hombre blanco de aproximadamente 30 años. Según la policía, el individuo roció líquido inflamable en la puerta principal del edificio y le prendió fuego. Aunque no se ha identificado al responsable, las autoridades mantienen una búsqueda activa.
La policía emitió un mensaje firme contra la intolerancia. “No hay lugar en nuestra sociedad para el comportamiento antisemita o basado en el odio”, declararon en un comunicado, para reforzar su compromiso con la seguridad de todas las comunidades.