Una carta recientemente descubierta del célebre físico Albert Einstein saca a la luz parte del discreto antisemitismo -sobre todo en el ámbito académico y artístico- al que se enfrentaron Einstein y otros judíos en Estados Unidos tras huir de Alemania precisamente por ese motivo.
Einstein dirigió su carta -que será subastada por la casa de subastas Kedem este martes 23 de noviembre- al pianista judío-austríaco Bruno Eisner, quien le preguntó sobre la vida en Estados Unidos cuando buscaba establecerse tras abandonar la Europa gobernada por los nazis.
“Aquí existe un tremendo (grado de) antisemitismo, especialmente en el mundo académico (aunque también en la industria y la banca). Eso sí, este (antisemitismo) nunca toma la forma de un discurso o una acción brutal, sino que se cuece, con mayor intensidad, bajo la superficie. Es, por así decirlo, un enemigo omnipresente, imposible de ver, (cuya presencia) sólo se percibe”, escribió Einstein, que respondió a la pregunta de Eisner sobre la posibilidad de encontrar trabajo en Estados Unidos.
“No se me informa (de una vacante) ni siquiera cuando corresponde a mi propia especialidad”, admitió el célebre científico en la carta en alemán, que fue traducida al inglés.
Einstein también aportó la historia de uno de sus ayudantes como ejemplo de sus advertencias, escribiendo “Sólo tengo que decirle que mi joven ayudante, con el que he trabajado con éxito durante dos años, se instaló en Rusia hace dos meses, porque aquí no había oportunidades”.
La carta, escrita cuando Einstein vivía en Princeton, Nueva Jersey, varios años después de la llegada de los nazis al poder, arroja luz sobre el antisemitismo al que se enfrentaban los judíos que vivían en América en aquella época. Aunque su escala es incomparable, el preocupante patrón de marginación y discriminación siguió a Einstein y a otros judíos que llegaron a las costas de Estados Unidos.
Eisner, que ya estaba en Nueva York en el momento de la carta, acabó triunfando en la escena musical clásica estadounidense, con una carrera como concertista de piano y profesor de música. Murió a los 94 años en Nueva York.
Einstein, reconocido como uno de los mejores físicos de la historia, es conocido sobre todo por el desarrollo de la teoría de la relatividad, aunque también hizo importantes contribuciones al desarrollo de la teoría de la mecánica cuántica. Sus descubrimientos científicos fueron cruciales para el desarrollo de la bomba atómica, que posteriormente contribuyó al fin de la Segunda Guerra Mundial.
Cuando los nazis empezaron a marginar a los judíos de posiciones estimadas en Alemania, como en el ámbito de los cargos públicos y el trabajo universitario, Einstein -y su revolucionaria teoría de la relatividad- fue el objetivo de los nazis, que tacharon su teoría de “física judía”. Einstein, que llevaba investigando en EE.UU. desde 1933 -el año en que los nazis subieron al poder-, renunció posteriormente a su ciudadanía, prometiendo no volver nunca a su Alemania natal. Obtuvo la nacionalidad estadounidense en 1940.
“Esta carta arroja luz sobre un aspecto menos conocido de la vida de Einstein en Estados Unidos”, dijo Meron Eren, director general y cofundador de la casa de subastas Kedem. “En aquella época, el antisemitismo en los Estados Unidos quedaba en gran medida eclipsado por el Holocausto y los millones de muertos en Europa”.
“Esta carta sirve como otro importante recordatorio de que las sociedades liberales no son inmunes a esta enfermedad y que debemos permanecer siempre vigilantes contra cualquier forma de racismo”, concluyó Eren.