BERLÍN, Alemania – El club de fútbol alemán de cuarto nivel Chemnitzer FC, presentó una queja ante los fiscales locales y despidió a varios miembros del personal por un tributo previo a un partido, a un aficionado recientemente fallecido, con vínculos neonazis.
El CEO de Chemnitz, Thomas Uhlig, renunció ayer por el escándalo y hoy el club despide a un miembro del departamento de comunicaciones y al anunciador del estadio.
Una tormenta política azotó en el estado de Sajonia antes del empate 4-4 del sábado en casa ante el Altglienicke, cuando los fanáticos de Chemnitz rindieron tributo antes del saque inicial a Thomas Haller, una figura destacada en la escena de extrema derecha del este de Alemania.
Al parecer, Haller participó en disturbios racistas que sacudieron la ciudad el año pasado tras el apuñalamiento fatal de un hombre alemán, supuestamente por inmigrantes musulmanes.
Haller había brindado seguridad durante años al club y cofundó el grupo «HooNaRa» (Hooligans-Nazis-Racists) en la década de 1990 que se disolvió en 2007, según informa la emisora local MDR.
Antes del partido del sábado, se mostró una imagen de Haller en una pantalla de video en el estadio, hubo un minuto de silencio y se desplegaron pancartas, una de las cuales decía «Descansa en paz Tommy», mientras Haller fue elogiado en un discurso.
Klaus Siemon, el administrador del club, afirma que algunos miembros del personal del club fueron amenazados con violencia, según informes por partidarios, a menos que se realizara el tributo.