Damon Joshua, empleado de Severn Trent Water (STW) en el Reino Unido, perdió su trabajo tras publicar un mensaje en el portal interno de la empresa condenando a Hamás por el ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel. En su publicación, acompañada de una bandera israelí, calificó a Hamás como “terroristas repugnantes” y expresó solidaridad con los empleados judíos, israelíes y sionistas de STW.
Según relató al Sunday Telegraph, su mensaje apareció a las 7:50 a. m., pero fue eliminado tras quejas de algunos compañeros que lo consideraron “despectivo” y “unilateral”. Para la 1:00 p. m., la empresa lo citó a una reunión, lo suspendió y, tras un proceso disciplinario, lo despidió sin previo aviso por “mala conducta grave”. Su apelación fue rechazada. Un portavoz de STW justificó la decisión señalando que el caso era “complejo” y no un incidente aislado, sin ofrecer más detalles.
El despido ha reavivado el debate sobre la libertad de expresión en el trabajo, ya que el Reino Unido considera a Hamás una organización terrorista desde 2001, al igual que EE. UU. y la UE. En declaraciones al Sunday Telegraph, Joshua cuestionó la justificación de su despido: “¿Cómo puede ser unilateral oponerse a un grupo terrorista?”, señalando que su comentario se alineaba con la política oficial británica. El caso ocurre en un contexto político tenso, marcado por las decisiones del gobierno laborista de Keir Starmer, en el poder desde julio de 2024, cuyas acciones han generado fricciones con Israel y podrían influir en la percepción de expresiones como la de Joshua en el Reino Unido.
El 30 de agosto de 2024, Starmer suspendió 30 de las 350 licencias de exportación de armas a Israel tras una revisión que identificó “riesgo claro” de que componentes británicos, como piezas de drones y F-35, fueran usados en violaciones del derecho internacional en Gaza, según The Guardian. Esta medida contrastó con la postura de los conservadores, que entre 2015 y 2023 aprobaron más de 490 millones de libras en exportaciones militares a Israel, según la Campaña Contra el Comercio de Armas.
Sin embargo, el 7 de octubre de 2024, Starmer rechazó en el Parlamento un embargo total, argumentando que Israel debía defenderse tras el ataque iraní del 1 de octubre. Por su parte, el canciller David Lammy endureció el discurso: el 17 de marzo de 2025, declaró en el Parlamento que el bloqueo israelí a la ayuda humanitaria en Gaza violaba el derecho internacional, aunque Downing Street lo moderó a “riesgo claro” (The Guardian). Días después, el 22 de marzo, Lammy publicó en X que la reanudación de ataques israelíes representaba “un paso atrás dramático”, exigiendo un alto el fuego junto con Francia y Alemania.Su tono contrastó con el de octubre de 2023, cuando solo instó a Israel a actuar “dentro del derecho internacional” en una entrevista con la BBC.
La polémica también ha sido alimentada por controversias mediáticas recientes. En octubre de 2024, el documental de la BBC “Gaza: La guerra desde dentro” presentó a Muhammad al-Zaharna, hijo de un integrante de Hamás, como un civil común. Según The Telegraph, la BBC alteró subtítulos para suavizar declaraciones violentas o antisemitas en árabe; por ejemplo, “los judíos merecen ser eliminados” se tradujo como “necesitamos paz”, según transcripciones verificadas por MEMRI.
El hecho generó críticas de grupos judíos y del gobierno, con el ministro de Cultura denunciando a la BBC por “parcialidad flagrante” el 15 de octubre de 2024 (The Times). La BBC defendió su cobertura como un esfuerzo por “mostrar diversas perspectivas”, pero el incidente intensificó el debate sobre la representación de Hamás en el Reino Unido.