La junta directiva de la Asociación Nacional de Educación (NEA), el sindicato de maestros más grande de Estados Unidos, rechazó una propuesta presentada por sus delegados que buscaba cortar toda relación con la Liga Antidifamación (ADL). La decisión se tomó el viernes por la noche, tras una serie de críticas formuladas por organizaciones judías a nivel nacional, que se manifestaron en contra de la moción.
A comienzos de julio, delegados de la NEA aprobaron una propuesta para prohibir el uso, respaldo o difusión de materiales de la ADL. Esta iniciativa generó reacciones inmediatas por parte de entidades judías, que advirtieron sobre sus implicancias en el contexto de un aumento documentado del antisemitismo, incluso en entornos escolares. Una semana antes de la votación de la junta, la ADL lideró una carta firmada por 400 organizaciones y congregaciones judías que exhortaron al sindicato a rechazar la propuesta.
En un comunicado difundido el viernes, Becky Pringle, presidenta de la NEA, informó sobre el rechazo formal de la junta a la propuesta. Aclaró que la decisión no implica un respaldo al conjunto del trabajo de la ADL y exhortó a la organización a “apoyar la libertad de expresión y los derechos de asociación de todos los estudiantes y educadores”. También reiteró que la NEA “se opone a los esfuerzos por cerrar el debate, silenciar las voces de desacuerdo y la intimidación”.
La propuesta original marcó un episodio más en el distanciamiento creciente entre sectores progresistas y la ADL, motivado por el respaldo constante de esta última al Estado de Israel durante la guerra en Gaza. Delegados de la NEA objetaron que la ADL calificara como antisemitismo determinadas expresiones críticas hacia Israel, lo que aumentó el debate en el seno del sindicato.
A raíz de la polémica, el Consejo Judío para Asuntos Públicos también dirigió una carta a Becky Pringle, instando al rechazo de la medida. “No es necesario alinearse con la ADL en todos los temas;, pero elegir cortar todo el compromiso y el diálogo va en contra de nuestros objetivos compartidos de contrarrestar el antisemitismo y el odio y los prejuicios más amplios”, escribió Amy Spitalnick, directora ejecutiva del organismo.
Jeremy Ben-Ami, presidente de J Street, expresó una postura intermedia. Si bien condenó la aprobación inicial de la propuesta por parte de los delegados, cuestionó las afirmaciones de la ADL que vinculaban la medida con el antisemitismo. Según Ben-Ami, “degrada el significado del antisemitismo y corre el riesgo de avivar sus llamas”.
Tras el anuncio de la NEA, líderes de la ADL, el Comité Judío Estadounidense, la Conferencia de presidentes de las Principales Organizaciones Judías Americanas y las Federaciones Judías de América del Norte publicaron una declaración conjunta. En ella manifestaron su respaldo a la decisión de la junta y solicitaron al sindicato que informe a sus miembros sobre los efectos negativos que habría tenido la aprobación de la propuesta.
El comunicado señaló que “las campañas divisivas para boicotear a las organizaciones y educadores judíos centristas y de buena reputación normalizan el aislamiento antisemita, la otredad y la marginación de los maestros, estudiantes y familias judías en nuestras escuelas”. También subrayó que, aunque los sindicatos de docentes no controlan los contenidos curriculares, las decisiones institucionales influyen en el clima educativo general.