Jillian Segal, enviada especial del gobierno australiano para combatir el antisemitismo, afirmó que el odio se ha “filtrado en la sociedad durante muchos años y no nos hemos manifestado con la firmeza suficiente para enfrentarlo”.
El tiroteo de Bondi fue un “ataque contra Australia, no solo contra la comunidad judía”, declaró a la emisora pública ABC.
Segal fue designada como la primera enviada de Australia contra el antisemitismo en 2024, tras una serie de ataques en Sídney y Melbourne posteriores al ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023 y a la guerra en Gaza que siguió.
Incluso antes del último tiroteo, había denunciado un aumento de la violencia contra los judíos australianos.
“Hemos visto coches incendiados, sinagogas incendiadas, judíos acosados y atacados, y eso es completamente inaceptable”, declaró en julio. “Estos no son hechos aislados, sino parte de un patrón más amplio de intimidación y violencia que provoca que los judíos australianos se sientan muy inseguros”.
En un informe de 16 páginas, Segal presentó un amplio conjunto de recomendaciones, entre ellas el fortalecimiento de las leyes contra el odio y la intimidación, la mejora de la educación sobre el Holocausto y otros temas, y la exigencia de responsabilidades a las universidades por el antisemitismo.
