El activista Shabbos Kestenbaum instó a mantener la presión sobre universidades como Columbia y Harvard ante el creciente antisemitismo en los campus.
Critica a Columbia y celebra sanciones federales impuestas por EE. UU.
El activista judío y graduado de Harvard, Shabbos Kestenbaum, destacó la necesidad de medidas concretas para combatir el antisemitismo en los campus universitarios, en particular en instituciones como la Universidad de Columbia. En declaraciones a Arutz Sheva – Israel National News, apoyó la decisión de la administración Trump de retener fondos federales a esa universidad por su inacción frente al antisemitismo.
Calificó la decisión como “excelente” y afirmó que solo mediante sanciones financieras se puede presionar a las universidades. “La única forma en que se puede atraerlos es lastimándolos, y esa es la retención de fondos federales, gravando sus dotaciones”, sostuvo. También criticó a administraciones anteriores por no actuar antes, y elogió al expresidente Trump y su equipo por cumplir con lo prometido.
Kestenbaum advirtió que Columbia no será el único objetivo, y que otras instituciones como Harvard, UCLA y Yale también serán señaladas. Aseguró que el antisemitismo está profundamente arraigado en varios campus del país y que el esfuerzo por erradicarlo debe extenderse a todas las universidades donde se registren estos actos.
Respecto a las sanciones económicas, expresó decepción por la reducción del monto final. “Esto estaba destinado a ser un recorte de $3 mil millones, pero se convirtió en $400 millones”, explicó, y añadió que es necesario establecer mecanismos de rendición de cuentas más sólidos.
Denuncia impunidad de manifestaciones enmascaradas en campus
Durante su entrevista, Kestenbaum criticó la permisividad de Columbia ante manifestaciones en las que los participantes usan mascarillas para ocultar su identidad. Afirmó que la falta de identificación permite que continúen los actos antisemitas sin consecuencias, y denunció la inacción de las autoridades académicas a pesar de las promesas de control.
“La presión tiene que continuar. No basta con tener un buen titular. Necesitamos una acción sostenida y coherente para garantizar que estas instituciones rindan cuentas”, declaró. Reclamó medidas que impidan a los estudiantes escudarse tras el anonimato en protestas no autorizadas que promueven el antisemitismo.
Subrayó que los estudiantes judíos se sienten desamparados frente a estos episodios, y que la tolerancia institucional hacia los manifestantes enmascarados representa una falta de voluntad para erradicar el problema. “Los estudiantes judíos están hartos de estar hartos”, sentenció.
En el caso de Harvard, denunció que las protestas propalestinas también han sido encubiertas, con instrucciones directas para que los participantes eviten ser identificados. Señaló que, pese a advertencias previas, la universidad no ha implementado mecanismos eficaces de prevención.
Kestenbaum vincula el antisemitismo actual con el 7 de octubre
Durante su intervención, Kestenbaum abordó el impacto que han tenido los ataques del 7 de octubre sobre la comunidad judía, y cómo estos eventos han provocado un renacer identitario entre jóvenes judíos que anteriormente no se sentían conectados con Israel ni con el judaísmo.
Habló de los llamados “judíos del 8 de octubre”, individuos que, tras los atentados terroristas de Hamás contra Israel, han desarrollado una mayor conciencia sobre su identidad judía. Según explicó, muchos de ellos han comenzado a participar activamente en actividades comunitarias y a replantear su relación con el Estado de Israel.
“Hay judíos que pueden no haber sentido una afinidad o conexión con el estado o la tierra de Israel, y algo dentro de ellos simplemente hizo clic”, relató. Afirmó que este proceso debe ser respaldado tanto por el gobierno israelí como por las comunidades judías globales.
Kestenbaum pidió que se proporcionen recursos adecuados para que estos jóvenes exploren su identidad y fortalezcan sus lazos con la tradición judía. Señaló que el actual despertar representa una oportunidad para consolidar una nueva generación comprometida con su herencia.
Insiste en medidas duraderas para frenar el antisemitismo universitario
Al concluir su intervención, Shabbos Kestenbaum insistió en que no basta con protestas ni declaraciones públicas. Reiteró que el objetivo es asegurar que las universidades respondan con acciones efectivas ante los incidentes de antisemitismo y que se establezcan consecuencias reales para quienes incurren en estos comportamientos.
“No estoy aquí solo para protestar, estoy aquí para asegurarme de que estas universidades rindan cuentas y para ver acciones reales y duraderas”, concluyó. Kestenbaum aseguró que su compromiso continuará mientras no se garantice la seguridad y dignidad de los estudiantes judíos en todas las instituciones educativas.
Con una postura crítica y determinada, reiteró la necesidad de mantener la vigilancia y exigir el cumplimiento de políticas concretas para enfrentar el antisemitismo, subrayando que los pasos dados hasta ahora, aunque importantes, no son suficientes.