El grupo rebelde Houthi de Yemen arrestó a judíos en el distrito de Kharif de la gobernación de Amran, al noroeste de Sana’a, como parte de los esfuerzos de “limpieza étnica”, así como por el saqueo de dinero de varias sectas y grupos, según el periódico egipcio Al-Mesryoon.
Fuentes locales de Kharif dijeron a Al-Mesryoon que los hutíes habían acorralado a los judíos y los habían encarcelado debido a su religión y los estaban presionando para que abandonaran el Yemen.
Los Hutíes obligaron a los judíos a firmar promesas de vender sus casas, tierras y propiedades a los líderes hutíes a precios nominales y luego abandonar Yemen.
Según se informa, los hutíes han perseguido a los pocos judíos que quedan en el Yemen cortándoles el agua y la electricidad e impidiéndoles comprar alimentos. El grupo rebelde utiliza prácticas similares contra yemeníes no chiítas y yemeníes de otras religiones, según Al-Mesryoon.
La mayor parte de la población judía de Yemen fue sacada del país por avión poco después de la fundación del Estado de Israel. La mayoría de los que se quedaron también dejaron el país, dejando solo un puñado de judíos que se negaron a salir.
El Ministro de Información de Yemen, Moammer al-Iryani, declaró en 2017 que el estado de los 50 judíos que quedaban en el país era “desconocido”.
Un popular eslogan hutí incluye la frase “Malditos sean los judíos”.