Un imán y presentador de televisión de Jordania dijo recientemente que el conflicto con “los judíos” era existencial y que “Palestina no es lo suficientemente grande para dos pueblos”.
En su sermón del 14 de julio en Yarmouk TV, el Dr. Ahmad Shahrouri, profesor de la sharia en la Universidad Al-Zaytoonah de Jordania, descartó la histórica conexión judía con Israel, afirmando que los árabes habían estado allí durante 7.000 años y que “el hecho de que los judíos pasaran por Palestina durante 70 años durante esos 7.000 años carece de sentido”.
En comentarios traducidos por el Middle East Media Research Institute, Sharouri insistió en que “somos nosotros o ellos” en el país.
Shahrouri rechazó las acusaciones de que la negativa a aceptar la presencia judía en el país estaba vinculada al antisemitismo, diciendo que no tenía prejuicios contra ninguna religión.
Jordanian Academic Dr. Ahmad Shahrouri: It Is Either Us or the Jews in Palestine; When Jews Say Jerusalem Is Theirs, I Want to Smash Their Heads pic.twitter.com/puJsb7mwiq
— MEMRI (@MEMRIReports) July 30, 2019
Luego dijo que los judíos estaban predispuestos a la hostilidad y que los sionistas “mataron a los profetas. Cortaron a los profetas por la mitad”. Cualquiera que crea en el Corán y sea un verdadero musulmán, dijo, debe creer que los judíos son sus enemigos.
Añadió que quería “aplastar [la] cabeza” de cualquier judío que reclamara Jerusalén y el Muro Occidental.
Los medios de comunicación árabes suelen incorporar mensajes virulentamente antisemitas y antiisraelíes. El mundo árabe ha culpado a menudo al sionismo y al judaísmo de varios males, desde el Estado Islámico y las crisis financieras hasta la pornografía, el SIDA e incluso “Plaza Sésamo”.
También se sabe que la televisión jordana ha transmitido afirmaciones conspirativas sobre Israel y los judíos. El año pasado, un presentador de televisión jordano afirmó que Israel envió ratas portadoras de la peste bubónica a Egipto en 1967 para destruir las cosechas del país y también creó el mortal virus del Ébola. Un año antes, un presentador de televisión examinó “Los Protocolos de los Ancianos de Sión”, tratando el notorio documento antisemita como un texto judío auténtico que probaba los esfuerzos del judaísmo por controlar y manipular secretamente el mundo.