Turquía acusó a Israel de convertirse en un “régimen racista y de apartheid” el domingo, y el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Yisrael Katz, respondió que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan no está en condiciones de dar lecciones de moral a Israel.
“El régimen de Erdogan viola sistemáticamente los derechos humanos, persigue brutalmente a los kurdos y apoya a los terroristas de Hamás”, dijo Katz en un tweet. “Es la última persona que debería estar predicando moralidad a Israel”.
El comentario de Katz siguió a un ataque contra Israel por parte del ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, en una reunión especial de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) en Yeddah. La OCI estaba discutiendo el anuncio del Primer Ministro Benjamin Netanyahu la semana pasada de su intención de anexar el Valle del Jordán si gana las elecciones del martes.
Hablando en Jeddah, Cavusoglu dijo que el plan “vergonzoso” de Netanyahu era un intento “despreciable” de ganar votos antes de las elecciones, y criticó lo que él llamó una falta de reacción de otros países musulmanes.
“Israel, alentado por el apoyo de ciertos países, continúa con sus políticas agresivas que lo están convirtiendo en un régimen racista y de apartheid”, dijo Cavusoglu, citado por la agencia de noticias estatal Anadolu.
“Si toda la comunidad musulmana hubiera reaccionado junta, los planes, las políticas y el comportamiento temerarios de Estados Unidos e Israel nunca habrían llegado a este punto”, dijo.
La reunión de emergencia de los ministros de Asuntos Exteriores de la OCI fue convocada a petición de Arabia Saudita, que ha condenado unilateralmente la promesa de Netanyahu como una “escalada peligrosa”.
La declaración multilateral llega cuando el gobierno de Netanyahu aprobó el domingo un nuevo acuerdo en Judea y Samaria.
El gabinete israelí aceptó convertir el poblado de Mevoot Yericó en el Valle del Jordán en una ciudad oficial, dijo la oficina del primer ministro.
La promesa de Netanyahu de extender la soberanía al Valle del Jordán, que equivale a la anexión, ha suscitado la firme condena de los palestinos, las Naciones Unidas, la Unión Europea y los Estados árabes.
Turquía e Israel, antiguos aliados, llevan mucho tiempo enfrentados por la política de Israel hacia los palestinos y el estatus de Jerusalén. El presidente turco Tayyip Erdogan convocó a una cumbre de la OCI dos veces el año pasado, después de que el presidente estadounidense Donald Trump decidiera reconocer a Jerusalén como la capital de Israel.
Turquía e Israel también expulsaron a sus principales diplomáticos el año pasado, aunque ambas naciones siguen comerciando entre sí.