Una demanda federal alega que una universidad de Pensilvania no respondió a las quejas por acoso antisemita, obligando a una estudiante a abandonar la escuela.
Cassidy Pyser, en una demanda presentada la semana pasada en el tribunal federal del Distrito Este de Pensilvania, sostiene que su ex compañera de habitación en la Universidad de Kutztown le envió mensajes de texto sobre el Holocausto y finalmente destrozó su mezuzá, el rollo de versículos bíblicos que algunos judíos cuelgan en los postes de sus puertas.
Después de que la universidad no interviniera, Pyser dice que se vio obligada a retirarse en 2017, después de su segundo año de estudios.
El Morning Call informó por primera vez sobre la demanda el martes.
La demanda sostiene que los demandados “individual y colectivamente crearon directamente el peligro que permitió a la demandante ser víctima de actos y conductas antisemitas indignantes y no corregidos que le causaron un gran daño emocional y le obligaron a abandonar sus estudios”.
En la demanda se afirma que la universidad indujo a Pyser a matricularse bajo falsos pretextos, alegando que había prometido garantizar un entorno de aprendizaje seguro. También acusa a la escuela de violar la Ley Clery, una ley federal que exige a las universidades que reciben financiación federal que informen de los delitos que se produzcan cerca de sus campus.
En 2017, la escuela fue el lugar de actividad de la supremacía blanca, según la Liga Antidifamación.
También se nombró como demandados en la demanda a Aramark Food and Support Service Group, el proveedor de servicios alimentarios de la universidad, así como a varios empleados de Aramark y de la universidad.
Se informa que la antigua compañera de habitación de Pyser trabajaba en el comedor del campus y se negó a servirle. La antigua compañera de cuarto no está nombrada como demandada en la demanda.
Kutztown rechazó las peticiones de los medios de comunicación para hacer comentarios, citando el litigio pendiente.