La ley canadiense que restringe los símbolos religiosos en lugares públicos sigue dejando perpleja a la comunidad judía local. En los últimos días, se ha presentado una petición judicial en la que se alega que se trata de discriminación por motivos religiosos, prohibida por la ley.
La petición fue presentada por organizaciones judías. Entre los solicitantes se encontraba un judío de Montreal que llevaba puesta una kipá y que se vio obligado a renunciar a un puesto de profesor público como consecuencia de la nueva ley.
La comunidad musulmana local compartió la indignación contra la ley. El viernes pasado, una escuela pública presentó una petición al tribunal alegando que el mes pasado, cuatro candidatos musulmanes a la docencia tuvieron que renunciar al papel en la escuela debido a la ley.
“Los símbolos religiosos no pueden ser usados o exhibidos por nadie que trabaje en un lugar oficial del gobierno”, de acuerdo con la ley. Por la amplia definición, la nueva ley incluiría a los maestros de las escuelas públicas, abogados del gobierno, oficiales de policía, guardias de prisiones y muchos otros, todos los cuales tendrían que ir a su lugar de trabajo vestidos con un atuendo neutral en cuanto a la creencia.
Aparte de las peticiones presentadas en contra de la ley, hubo acaloradas manifestaciones en su contra durante esta semana. Las numerosas minorías del país a veces incluso se manifiestan juntas: judíos, cristianos y musulmanes.