Dirigentes judíos de Bélgica expresaron su indignación al conocer que las autoridades presuntamente prevén retirar, desde enero, la protección policial en el barrio judío de Amberes.
Los 16 agentes de la policía federal que permanecían desplegados en la zona serán reasignados a Bruselas, mientras la seguridad del distrito quedará bajo control de la policía local. La información la dio a conocer la alcaldesa Els van Doesburg durante una entrevista emitida el martes por la televisión estatal.
La alcaldesa describió la medida como “incomprensible” y sostuvo que la ciudad no puede tolerar la aparición de un vacío de seguridad. Subrayó la gravedad del momento tras el atentado terrorista de Bondi Beach en Australia, donde murieron 15 personas y decenas resultaron heridas durante una fiesta de Janucá.
Ralph Pais, vicepresidente del Centro de Información y Documentación Judía (JID), señaló que la decisión “ha generado un auténtico malestar dentro de la comunidad judía en Amberes”, situación que, según indicó, alimenta un “profundo sentimiento de inseguridad” entre sus integrantes.
“Los incidentes antisemitas siguen siendo frecuentes y persistentes: el abuso verbal, la intimidación, la violencia física y las grafitis continúan ocurriendo semanalmente, y en algunos casos incluso a diario”, afirma hoy en un comunicado. “ Muchos incidentes ya no se denuncian porque la gente se siente agotada o ha perdido la confianza en que la denuncia marcará la diferencia”.
El JID impulsa gestiones para lograr que las autoridades reviertan la decisión anunciada, agregó Pais, mientras la comunidad judía local mantiene su preocupación por el futuro de la protección en el distrito y por el clima general de inseguridad que percibe.
