Con la presencia anticipada de decenas de miles de personas en una marcha pro-palestina y anti-israelí en Londres, la Policía Metropolitana revela que el costo de la vigilancia de las protestas ha ascendido a aproximadamente £38.5 millones (alrededor de $48 millones).
La capital británica ha enfrentado desafíos significativos debido a la guerra entre Israel y Hamás, generando sentimientos de amenaza entre los residentes judíos por las frecuentes marchas.
Desde el inicio de estas marchas, la policía ha realizado 450 arrestos, con 193 detenciones asociadas a delitos antisemitas, principalmente por pancartas y cánticos ofensivos.
Matt Twist, comisionado adjunto de la Policía Metropolitana, afirmó que su objetivo es supervisar los eventos “sin miedo ni favoritismo”, aunque reconoció el miedo e incertidumbre que estas situaciones han causado en las comunidades judías.
A pesar de la preocupación por el “desorden público grave”, la policía considera que las protestas aún no alcanzan ese umbral. Paralelamente a la marcha pro-palestina de hoy, el grupo pro-israelí Enough is Enough organiza una manifestación separada.
La Campaña contra el Antisemitismo ha cancelado una caminata planeada debido a preocupaciones de seguridad.
Un funcionario antiterrorista británico indicó el mes pasado que estas protestas han transformado las calles de Londres en “una zona prohibida para los judíos cada fin de semana”, debido a incidentes que incluyen la glorificación de Hamás y expresiones antisemitas.
La comunidad judía británica ha reportado abusos verbales y violencia física desde el inicio de las marchas el 7 de octubre.