La palabra QAnon y las teorías de conspiración que la sustentan siguen apareciendo en los titulares últimamente.
Marjorie Taylor Greene, una candidata republicana al Congreso que pregona la ideología, ganó su segunda vuelta en Georgia el 11 de agosto y recientemente recibió un grito de nada menos que el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, quien la felicitó, incluso llamándola “futura estrella republicana”. Se ha negado a denunciar a QAnon.
QAnon comenzó en octubre del 2017 con un usuario anónimo llamado “Q” en el sitio web 4chan que afirmó tener información clasificada sobre la administración Trump y sus críticos. Se describe como un movimiento conspirativo que pretende que la llamada élite liberal, incluyendo a los políticos demócratas y al multimillonario judío George Soros, son parte de una facción política secreta para derrocar a Trump.
“Las conspiraciones de QAnon se centran en la idea de una poderosa élite que manipula secretamente los acontecimientos actuales”, menciconó el analista de investigación del Proyecto Contra el Extremismo, Josh Lipowsky, al JNS. “Los suscriptores de QAnon han politizado las conspiraciones alrededor de un imaginario ‘Estado profundo’ liderado por los demócratas conspirando contra Donald Trump, quien es anunciado como el único que puede derrotar esta amenaza”.
Lipowsky etiquetó a QAnon como “una versión moderna” de los Protocolos de los Ancianos de Sión, de los que QAnon se hace eco en sus teorías de conspiración, en que “el objetivo principal es cambiar la culpa”.
“En el centro de estas conspiraciones hay una cábala secreta con un vasto poder político y financiero”, explicó. “Ciertas personas quieren creer que realmente hay un grupo todopoderoso controlando las cosas porque elimina la carga de la responsabilidad personal por las propias circunstancias y crea un chivo expiatorio para catástrofes más grandes. La economía está cayendo en picada ¿Un virus se está extendiendo por todo el mundo? Debe ser a causa de X. E históricamente, X ha significado generalmente los judíos”.
Protocolos, un infame y clásico texto antisemita que se demostró plagiado de varias fuentes anteriores, se publicó por primera vez en Rusia en 1903, se tradujo a varios idiomas y se difundió internacionalmente a principios del siglo XX.
Aunque las teorías de conspiración de QAnon “no todas apuntan a los judíos”, señaló Lipowsky, “usan la misma estrategia que los antisemitas han usado durante siglos”.
Lipowsky citó “las conspiraciones que QAnon está vendiendo con el coronavirus, culpando a Bill Gates de crear el virus o tratando de implantar microchips en las vacunas”, en que “todo recuerda las acusaciones infundadas que la comunidad judía ha enfrentado, desde la responsabilidad por la peste negra al envenenar los pozos de Europa hasta la manipulación de los Rothschild de la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión para obtener ganancias financieras”. Como esas históricas conspiraciones antisemitas, algunas de las conspiraciones de QAnon apuntan a los Rothschild o a otros individuos judíos ricos y poderosos”.
Los seguidores de QAnon también han sido conectados con actos de violencia, secuestros, asesinatos y mala conducta pública, según la Liga Antidifamación. El sospechoso detrás del tiroteo de abril del 2019 en el último día de la Pascua en Chabad de Poway, cerca de San Diego, donde una persona murió y otras tres resultaron heridas, publicó sus intenciones en el sitio web de imágenes 8kun, que es utilizado por los adherentes de QAnon.
“Danos una buena razón para estar alarmados”
Como con la mayoría, si no todas, las teorías de conspiración, la comunidad judía no es inmune a QAnon y debe estar vigilante y combatirlo, según los grupos judíos.
“Cualquier grupo que trafique con teorías de conspiración sobre la dominación mundial, o el control de los bancos y los medios de comunicación, es un grupo del que debemos preocuparnos profundamente”, señaló el CEO de B’nai B’rith International, Daniel Mariaschin, a JNS. “La experiencia de nuestra comunidad en la lucha contra estos tropos nos ha dado una buena razón para estar alarmados”.
“QAnon es un grupo de teóricos de la conspiración que odia a los judíos y que afirma que los Rothschild, una familia bancaria judía, planea matar a los no judíos, comenzar una guerra mundial y socavar la administración de Trump”, indicó el presidente de la Organización Sionista de los Estados Unidos, Mort Klein, a JNS. “En una era de creciente odio desenfrenado hacia los judíos y el Estado judío, tales teorías dementes están ganando adeptos y deben ser expuestas y combatidas”.
Dicho esto, algunos encuentran preocupante que el presidente se haya negado a condenar el movimiento.
“Las teorías de conspiración con tenues lazos con la realidad muy a menudo incluyen a los judíos en alguna capacidad siniestra”, manifestó Yaakov Menken de la Coalición de Valores Judíos a JNS. “Cuando sabes qué buscar, ves a los partidarios de QAnon y Black Lives Matter mencionando las mismas cosas, y eso debería requerir nuestra atención”.
El rabino Abraham Cooper del Centro Simon Wiesenthal declaró al SJN que “QAnon es todo conspiraciones, todo el tiempo. Desde su creación, Internet ha proporcionado apoyo vital para desacreditar las conspiraciones, devolviendo la vida a algunos estereotipos nefastos”.
Añadió que se hace eco de los Protocolos de los Ancianos de Sion y su chivo expiatorio de la emblemática familia filantrópica judía Rothschild en lo que Cooper resumió como el “poderoso y manipulador banquero”.
Jonathan Sarna, el profesor Joseph H. y Belle R. Braun de historia judía estadounidense en la Universidad de Brandeis, expresó de QAnon que “está claro que muchos de sus miembros albergan peligrosas fantasías conspirativas extraídas de las páginas de Los Protocolos de los Ancianos de Sion. La noción de que un pequeño número de judíos ricos manipulan los gobiernos y controlan el curso de los acontecimientos mundiales ha servido en el pasado como una garantía de genocidio”.
Todos enraizados en el mismo arquetipo antisemita.
Mary Ann Mendoza, una oradora que tenía previsto dar un discurso el 25 de agosto en la Convención Nacional Republicana, fue retirada del programa el martes por la noche después de compartir con sus más de 40 mil seguidores en Twitter, más temprano ese día, un hilo de QAnon desde una cuenta no verificada que incluía un post que decía: “Los Protocolos de los Ancianos de Sion” no es una invención. Y, ciertamente no es antisemita señalar este hecho”.
El rabino Yechezkel Moskowitz, un prominente partidario de Trump en la comunidad judía, explicó a JNS que QAnon haciendo eco de los tropos antisemitas no es una coincidencia.
“Desde mi experiencia, he observado que cuando se trata de antisemitismo, no será difícil encontrarlo y, en nuestro caso, definitivamente encontrará antisemitismo dentro del movimiento QAnon”, señaló a JNS.
“El antisemitismo es tan antiguo como los propios judíos, y siempre habrá quienes lo utilicen para obtener beneficios políticos”, continuó. “En cuanto al movimiento QAnon, lo más probable es que haya comenzado como una broma. La gente siempre se aferrará a algo que explique la lógica detrás de la extraña realidad en la que vivimos”.
Sin embargo, Moskowitz advirtió que QAnon “probablemente no” es inherentemente antisemita, aunque afirmó que no era “uno de esos tipos que buscan el antisemitismo debajo de cada piedra”.
“Dicho esto”, resaltó, “debemos permanecer vigilantes y dar la espalda a las organizaciones que tienen la capacidad de rastrear estas cosas y esperar que sigan haciéndolo”.
En cuanto a Greene, que llamó nazi a Soros, la Coalición Judía Republicana apoyó a su oponente en la segunda vuelta, el neurocirujano John Cowan, y recaudó fondos para él.
Al menos dos organizaciones que combaten el antisemitismo indicaron al SJN que actualmente están evaluando el movimiento.
El presidente y director ejecutivo del Consejo Judío de Asuntos Públicos, David Bernstein, añadió que su organización “se ha estado haciendo las mismas preguntas, pero en realidad aún no ha hecho la investigación”, mientras que la directora ejecutiva de StopAntiSemitism.org, Liora Rez, reafirmó: “Honestamente no conocemos lo suficiente el movimiento, quién está detrás de él, etc., para comentarlo”.
Sin embargo, “la lucha contra el antisemitismo debe incluir la lucha contra la desinformación y este tipo de conspiraciones”, indicó Lipowsky. “Aunque no todas estas conspiraciones pintan a los judíos como el villano en la sombra, todas tienen sus raíces en el mismo arquetipo antisemita y la historia ha demostrado que eventualmente este tipo de cosas usualmente se reenfocan en la comunidad judía”.