El acto de vandalismo perpetrado el lunes contra un mural de AleXsandro Palombo, el cual representa a un sobreviviente del ataque de Hamás del 7 de octubre del año pasado que se saldó con la muerte de aproximadamente 1.200 personas en Israel, es un reflejo del creciente antisemitismo en Italia durante el último año, según lo indicado por el Observatorio de Antisemitismo en Milán.
El investigador del observatorio, Stefano Gatti, reportó un incremento en los incidentes antisemitas, que han pasado de 30 a 80 por semana en el último año. Gatti caracterizó este aumento como “abrumador”.
“Antes del 7 de octubre, la mayoría de los incidentes ocurrían en plataformas digitales, pero actualmente se manifiestan en el ámbito físico”, afirmó Gatti. “Además, el antisemitismo ha adquirido una mayor aceptación social”.
Este aumento incluye pintadas, insultos, actos de intimidación y agresiones, aunque hasta ahora no se han registrado casos de lesiones físicas. Gatti mencionó un episodio en el que un rabino fue perseguido en la ciudad portuaria de Génova por un individuo que portaba un destornillador, así como otro incidente en el que el propietario de un restaurante, al enterarse de que unos comensales eran judíos, comentó despreocupadamente que Hitler tenía razón en su intento de exterminar a los judíos de Europa.
“No hemos presenciado una situación similar desde 1945”, declaró Gatti, refiriéndose al final de la Segunda Guerra Mundial y al Holocausto nazi que acabó con la vida de seis millones de judíos europeos. “Ni siquiera durante 1982”, año de la guerra en el Líbano cuando Israel invadió el sur del país. Gatti subrayó que la falta de condena clara por parte de alcaldes locales y funcionarios universitarios ha contribuido al crecimiento de este fenómeno.
El mural vandalizado el lunes, titulado “7 de octubre, huida” de Palombo, representaba a Vlada Patapov escapando del ataque de Hamás. Los vándalos dañaron la cabeza y las piernas de la figura del mural, que se encontraba cerca de la universidad estatal de Milán.
Palombo expresó en un comunicado que quienes “decapitaron” la imagen “no están luchando por la liberación de Palestina. Estos movimientos extremistas que radicalizan nuestra sociedad solo buscan defender la ideología terrorista en nuestra democracia occidental”.
El artista agregó que las representaciones de la masacre de Hamás “han sido eliminadas de la memoria colectiva demasiado pronto; es necesario que se difundan más hasta que se conviertan en un recordatorio contra la amenaza del terrorismo islamista y el fundamentalismo religioso”.