El jueves, un museo suizo retiró cinco pinturas, incluyendo una de van Gogh y otra de Monet, después de que la fundación propietaria solicitara una revisión más profunda de su origen, siguiendo nuevas directrices estadounidenses sobre el manejo de obras de arte confiscadas por los nazis.
Investigación del origen de obras confiscadas por los nazis
La Fundación E.G. Bührle Collection, que posee las obras anteriormente exhibidas en el Kunsthaus Zürich, busca una “solución justa y equitativa” con los sucesores legales de los antiguos propietarios, quienes no fueron identificados.
El consejo de la fundación pidió una nueva evaluación de las obras bajo las nuevas “Mejores Prácticas” publicadas por el Departamento de Estado de EE. UU. en marzo, como una mejora a los principios adoptados en 1998. “Este es un paso importante en la implementación de las nuevas Mejores Prácticas, ahora respaldadas por 24 países, incluida Suiza”, dijo Stuart Eizenstat, asesor especial del secretario de Estado de EE. UU. Antony Blinken sobre asuntos del Holocausto y uno de los principales arquitectos de los principios, en un correo electrónico.
Las obras incluyen las pinturas al óleo “Jardin de Monet à Giverny” de Claude Monet de 1895, y “Der alte Turm” de Vincent van Gogh de 1884. Las otras tres son obras del siglo XIX de los pintores franceses Gustave Courbet, Henri de Toulouse-Lautrec y Paul Gauguin.
Contribución financiera por la pintura de Manet y su relación con Max Silberberg
Una sexta pintura, “La Sultane” de Edouard Manet, también fue considerada “un caso que merece atención particular”, según la fundación en un comunicado el pasado viernes. La fundación dijo estar dispuesta a hacer una contribución financiera al patrimonio de Max Silberberg, un judío alemán y coleccionista de arte que murió con su esposa en el campo de exterminio nazi de Auschwitz, en relación con el Manet por respeto a su “destino trágico”.
Bührle, un industrial y fabricante de armas nacido en Alemania que se convirtió en suizo a finales de los años 30, dirigió una empresa que suministraba a las potencias del Eje, incluyendo la Alemania nazi, según la fundación. Su colección de 203 obras, cedida como préstamo permanente al museo de Zúrich en octubre de 2021, es “una de las colecciones de impresionismo más importantes del mundo, con obras de renombre mundial de van Gogh, Renoir, Cézanne, Manet, etc.”.
La fundación afirmó que no tiene motivos para creer que otras obras de la colección entren en el ámbito de las “mejores prácticas”, pero evaluará cualquier nuevo hallazgo de fuentes previamente desconocidas junto con los curadores del museo.
Investigación histórica y evaluación continua de las obras
La fundación ha emitido una lista de las 633 obras que el industrial adquirió entre 1936 y 1956 y dice que la revisión de los orígenes de esas obras se actualizó el año pasado. Las cinco obras fueron retiradas como parte de una nueva evaluación.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Douglas Cooper, un oficial del ejército británico y conocedor de arte, fue solicitado por los Aliados para investigar la desaparición de miles de obras de arte. En un informe desclasificado en Washington en 1975, Cooper identificó a Bührle como el mayor comprador suizo de arte confiscado por los nazis.