El hallazgo de objetos de temática nazi en una feria de arte en Paraguay llevó a un grupo de vigilancia judía a pedir al país que promulgue una legislación contra la discriminación.
Fotos de Hitler, libros de “Mein Kampf”, ropa nazi y otros objetos se vendían en la feria de San Bernardino, una pequeña ciudad a unos 50 kilómetros de la capital, Asunción.
El 15 de enero, el director de la sección latinoamericana del Centro Simon Wiesenthal, con sede en Buenos Aires, escribió al ministro de Asuntos Exteriores de Paraguay, Federico González Franco, y le instó a adoptar legalmente la definición de antisemitismo de la IHRA. Argentina y Uruguay han adoptado la definición.
“Señor Ministro de Relaciones Exteriores, la Feria de San Bernardino representa una elección, seguir la Alemania democrática de hoy o los restos de los criminales de guerra, como el ‘ángel de la muerte’ de Auschwitz, Josef Mengele, que evadió el juicio escapando a Paraguay”, escribió Ariel Gelblung en su carta.
La carta también mencionaba que, en 2003, los terroristas de Hezbolá implicados en el atentado contra el centro judío AMIA de Buenos Aires en 1994 se habrían escondido en Ciudad del Este, en el lado paraguayo de la “triple frontera” con Argentina y Brasil, un foco de actividad ilegal de Hezbolá.
El organizador de la feria retiró el miércoles los objetos nazis de la exposición, pero añadió que la exhibición de los mismos no infringía ninguna ley.