El grupo de extremistas en quiebra mayoritaria que organizó la mortífera manifestación neonazi de Charlottesville en 2017 ha sido obligado a pagar más de 5 millones de dólares a los demandantes por las costas judiciales de un juicio, además de las multas ya impuestas.
Más tarde, en 2017, vecinos de Charlottesville traumatizados y heridos por los trágicos disturbios demandaron a los organizadores de la manifestación. A pesar de ser algo menos de los 13 millones de dólares que pedían, los 4,91 millones de dólares de los demandantes en honorarios legales y otros costes aumentan la deuda que probablemente seguirá a los demandados durante el resto de sus vidas.
En su sentencia, el magistrado Joel Hoppe hizo hincapié en la exhaustiva investigación que el equipo jurídico de los demandantes llevó a cabo para demostrar que una conspiración fue la culpable de la violencia mortal en la ciudad universitaria de Virginia.
La investigación de los hechos en este caso fue intrincada, amplia y extensa, según Hoppe. “El mundo era consciente de la marcha de las antorchas, de los gritos explícitamente racistas y antisemitas y de la violencia violenta en Charlottesville unos meses antes, cuando los demandantes interpusieron esta demanda en octubre de 2017”. Sin embargo, continuó, “[e]l mundo aún no había visto ni oído hablar de la preparación y la cooperación que permitieron la tormenta de fuego”.
El equipo de la defensa también estudió los intercambios de mensajes de los conspiradores.

En enero, un juez redujo la multa
De acuerdo con una norma de Virginia que limita los daños punitivos a 350.000 dólares, el juez del caso, Norman Moon, redujo en enero a 2,35 millones de dólares los 26 millones que un jurado concedió a los demandantes el año pasado. Aun así, diversas organizaciones y personas que afirmaban tener dificultades económicas consideraron que la suma era opresiva.
Integrity First for America, una organización sin ánimo de lucro creada específicamente para litigar el caso, y las donaciones pagaron los honorarios de los abogados.
“Las repercusiones de este caso se dejarán sentir durante años”, declaró a la Jewish Telegraphic Agency Amy Spitalnick, directora ejecutiva de Integrity First for America. “No sólo repercute en los acusados, que todavía tienen que hacer frente a graves repercusiones financieras, operativas y jurídicas por sus actos, sino que también repercute en la guerra más amplia contra el extremismo, porque da ejemplo de responsabilidad”.