El nombramiento de Richard Gamboa como director de asuntos religiosos del Ministerio del Interior encendió una tormenta dentro de la comunidad judía de Colombia. El presidente Gustavo Petro oficializó su elección, luego confirmada por el propio Gamboa en un anuncio el pasado jueves.
Desde su nuevo cargo, Gamboa agradeció al mandatario por permitirle representar a “minorías religiosas excluidas y marginadas”, con la promesa de avanzar hacia una Colombia “justa y pacífica”.
En contraste con ese discurso, organizaciones judías del país niegan su condición de rabino y lo acusan de antisemitismo. Su ordenación proviene del Seminario Teológico Esotérico, una entidad radicada en Florida que ofrece títulos rabínicos por 160 dólares, según se aprecia en su perfil de LinkedIn.
La indignación no se hizo esperar. Marcos Peckel, director ejecutivo de la Confederación de Comunidades Judías de Colombia, denunció la decisión y recordó que esta se da luego de que Petro rompiera relaciones diplomáticas con Israel, acusando a ese país de cometer genocidio en Gaza, una acusación rechazada por el gobierno israelí.
Peckel advirtió sobre el discurso incendiario del nuevo funcionario. “Este hombre se refiere a los judíos sionistas como herejes, apóstatas y nazis. Así es como habla de nosotros. A una persona que habla de esta manera no se le puede confiar la libertad religiosa de los ciudadanos judíos”, declaró a The Media Line.
El Gran Rabino de Colombia, Alfredo Goldschmidt, también rechazó el nombramiento. Recordó que los anteriores responsables del área, usualmente evangélicos, mantenían relaciones de respeto con todas las confesiones. “Gamboa no tiene ese apoyo, ni de los judíos, ni de los evangélicos, ni de los católicos. Ha tenido enfrentamientos con todos”, sentenció.
Los ataques de Gamboa contra Israel y el sionismo no son nuevos. En febrero escribió en X que Israel es un “estado neonazi” y que “el sionismo es una herejía antijudía, idólatra y apóstata”.
Grupos internacionales se sumaron a las críticas. La Liga Antidifamación (ADL) señaló en X que este nombramiento representa una amenaza directa contra la libertad religiosa y la seguridad de la comunidad judía colombiana.
Además de sus declaraciones, la ADL denunció vínculos de Gamboa con grupos extremistas. El Centro Simon Wiesenthal, por su parte, informó sobre una relación cercana entre él y el embajador iraní, representante de uno de los mayores enemigos de Israel.
Ante la avalancha de acusaciones, Gamboa respondió también en X. Alegó que en Colombia le han vulnerado derechos fundamentales como la libertad religiosa, el derecho al honor, al buen nombre y la libertad de conciencia. Remarcó que los ataques se han hecho públicos y en su condición de “DEFENSOR DE LOS DERECHOS HUMANOS”.