La policía alemana ha abierto una investigación después de que el pasado fin de semana unos desconocidos rociaran esvásticas en las lápidas del cementerio judío de Würselen-Morsbach, situado al norte de la ciudad de Aquisgrán, en el oeste de Alemania.
El cementerio se fundó en 1857 y estuvo activo hasta 1939, cuando fue destruido por los nazis.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, se restauraron algunas de las lápidas y se renovó el cementerio. En 1977, sufrió otro acto de vandalismo y fue renovado por voluntarios.
Según los medios de comunicación alemanes, se rociaron cruces gamadas en cinco lápidas, por delante y por detrás. Los trabajadores de la construcción que se toparon con el vandalismo llamaron a la policía.