Un agente de Scotland Yard fue destituido tras compartir publicaciones antisemitas en Instagram después del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
Publicaciones antisemitas motivaron la expulsión del agente Ibrahim Khan
La Policía Metropolitana de Londres anunció el 11 de abril de 2025 que DC Ibrahim Khan, integrante de la Unidad de Seguridad Comunitaria, fue despedido por difundir contenido considerado antisemita en su cuenta de Instagram entre el 17 y el 23 de octubre de 2023. Las publicaciones fueron hechas días después del ataque de Hamás del 7 de octubre, que provocó cerca de 1.200 muertos y 251 secuestrados en el sur de Israel.
En su cuenta privada con aproximadamente 250 seguidores, Khan compartió imágenes y mensajes que fueron calificados como antisemitas. Entre ellos destacó una ilustración de Adolf Hitler convirtiéndose en Benjamin Netanyahu junto al texto: “la ironía de convertirse en lo que una vez odiaste”. También incluyó una comparación entre una fosa común de 1945 y una en Gaza, y describió Gaza como un “campo de concentración”.
Además, escribió comentarios ofensivos como “Todos los días inventan alguna nueva mentira de mierda para tratar de ganar la simpatía occidental” y “que se jodan”. La investigación concluyó que estas expresiones coincidían con la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA), que establece que comparar las políticas israelíes con el nazismo es antisemita.
Según la audiencia disciplinaria, la conducta de Khan representó una falta grave. El oficial instructor remarcó que algunas publicaciones daban a entender que el ataque del 7 de octubre fue inventado, lo cual calificó como “groseramente ofensivo”. Aunque Khan no creó el contenido original, se consideró que su difusión y los comentarios añadidos fueron actos deliberados.
El rol de Khan en delitos de odio agravó la sanción disciplinaria
El cargo que ocupaba DC Khan en la unidad especializada en delitos de odio fue un factor determinante en la gravedad de la sanción. La Policía Metropolitana explicó que su responsabilidad incluía investigar crímenes motivados por razones raciales o religiosas, lo que implicaba un conocimiento profundo sobre las consecuencias de ese tipo de mensajes.
Un vocero de la fuerza declaró al diario The Times el 12 de abril que el comportamiento de Khan era “incompatible con los estándares de la fuerza policial”. Su permanencia en el cargo, señalaron, socavaba la credibilidad del departamento encargado de proteger a comunidades vulnerables.
La sanción se da en medio de un aumento de incidentes antisemitas en el Reino Unido. Según un informe publicado en febrero de 2025 por el Community Security Trust (CST), entre octubre de 2023 y septiembre de 2024 se documentaron 5.583 casos, un incremento del 205 % respecto al periodo anterior.
Londres concentró la mayoría de los reportes con 3.167 incidentes, seguida por Manchester con 729 y West Yorkshire con 642. Entre ellos, 4.583 se clasificaron como “comportamiento abusivo”, 401 como amenazas y 302 como agresiones. El CST también identificó un caso de “extrema violencia” en 2024, sin revelar detalles específicos.
Incremento de antisemitismo tras el ataque del 7 de octubre de 2023
- 5.583 incidentes antisemitas se registraron entre octubre de 2023 y septiembre de 2024, el total más alto desde 1984.
- 3.167 casos en Londres, seguido de Manchester (729) y West Yorkshire (642).
- 66 % de los casos ocurrieron después del 7 de octubre de 2023, con un pico de 1.400 en ese mes.
- 58 % de los judíos británicos oculta su identidad religiosa en público, según el CST.
- 84 % de los encuestados judíos cree que la policía no sanciona adecuadamente el antisemitismo.
Las protestas propalestinas también han generado controversias
Las marchas propalestinas realizadas en Londres tras el ataque de Hamás han sido objeto de críticas por incluir elementos considerados antisemitas. Según The Guardian en marzo de 2025, aunque las manifestaciones fueron mayormente pacíficas, algunas pancartas y cánticos fueron señalados por violar la definición de la IHRA.
Entre los mensajes polémicos figura la consigna “Desde el río hasta el mar”, que según algunos críticos niega el derecho de Israel a existir. En noviembre de 2024, la Campaña Contra el Antisemitismo registró una pancarta con una esvástica en una protesta en Trafalgar Square.
La Policía Metropolitana arrestó a 21 personas por delitos de odio entre octubre de 2023 y abril de 2024, incluyendo un caso de vandalismo contra carteles de rehenes israelíes. A pesar de estas acciones, representantes de la comunidad judía han señalado que las medidas no han sido suficientes.
Un informe del CST publicado en julio de 2024 reveló que un 62 % de los judíos británicos desconfía de la capacidad de la policía para investigar denuncias de antisemitismo, lo que refleja una pérdida de confianza en las autoridades encargadas de protegerlos.
La policía enfrenta críticas por su capacidad para identificar antisemitismo
El caso de Khan ha intensificado el debate sobre la formación de los agentes en temas de antisemitismo. Según la BBC el 13 de abril de 2025, se han renovado los llamados a mejorar la capacitación en contextos donde las críticas políticas pueden cruzar la línea hacia el discurso de odio.
La definición de antisemitismo establecida por la IHRA y adoptada en 2016 por el Reino Unido se ha convertido en un punto de referencia para las autoridades, aunque su interpretación sigue siendo objeto de debate en algunos sectores.
En abril de 2024, un incidente generó controversia cuando un oficial de policía describió a un activista como “abiertamente judío” durante una marcha pro-palestina. Tras recibir críticas por insensibilidad, el cuerpo policial emitió una disculpa pública.
Estos casos han motivado llamados a revisar los protocolos internos, especialmente en lo referente al trato de minorías religiosas en situaciones de protesta o conflicto político, donde el lenguaje y los símbolos pueden tener múltiples interpretaciones.
Redes sociales y tensión en Oriente Medio amplifican el antisemitismo
Las plataformas digitales han facilitado la difusión de contenido antisemita. Un estudio de la Universidad de Cambridge publicado en enero de 2025 detectó un aumento del 35 % en mensajes de ese tipo en redes como Instagram y X entre octubre de 2023 y diciembre de 2024.
El informe señaló la proliferación de publicaciones que minimizan el Holocausto o cuestionan la veracidad del ataque de Hamás. Aunque la cuenta de Khan era semiprivada, las autoridades advirtieron que su contenido contribuía a un entorno en el que esos mensajes pueden amplificarse fácilmente.
El CST indicó en 2024 que el 58 % de los judíos británicos prefiere no mostrar símbolos religiosos en público por temor a represalias. Esta cifra representa un aumento del 10 % con respecto a 2022, lo que muestra una creciente sensación de inseguridad.
Un informe del gobierno británico divulgado en marzo de 2024 explicó que los picos en los incidentes antisemitas suelen coincidir con crisis en Gaza. Sin embargo, destacó que el aumento posterior a octubre de 2023 fue “sin precedentes” tanto por su magnitud como por su duración.
El caso Khan alimenta el debate sobre políticas contra el odio
El despido de Khan ha reavivado cuestionamientos sobre la coherencia en la respuesta institucional al discurso de odio. Un análisis de The Telegraph del 14 de abril de 2025 sugirió que los casos de antisemitismo reciben menos cobertura mediática que otras formas de discriminación, como la islamofobia.
La organización Tell MAMA reportó que los incidentes islamófobos aumentaron un 335 % en 2023. Este contraste ha generado una percepción de doble estándar que afecta la confianza en las políticas públicas contra todas las formas de odio.
En diciembre de 2024, el primer ministro Keir Starmer anunció un fondo de 10 millones de libras destinado a reforzar la seguridad en sinagogas y centros educativos judíos. La medida respondió a las preocupaciones expresadas por líderes comunitarios ante la escalada de incidentes.
El caso también ha expuesto deficiencias en el control interno de la Policía Metropolitana y ha puesto de relieve la necesidad de mecanismos claros para sancionar a funcionarios que incurren en comportamientos incompatibles con su función pública.