El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, condenó el lunes el aumento del antisemitismo como una “metástasis de cáncer” en el Medio Oriente, Europa y los Estados Unidos, donde dijo que la administración Trump se opondría enérgicamente.
En un discurso ante un importante grupo de presión estadounidense pro-Israel en Washington, Pompeo acusó al Partido Laborista, de la oposición británica, de tolerar el antisemitismo, calificándolo de «desgracia nacional«.
Dijo que los ataques contra los judíos aumentaban en Francia y Alemania y que los delitos de odio contra los judíos en los Estados Unidos aumentaron en un tercio en 2017. Condenó los «múltiples ataques» contra la comunidad judía ortodoxa en Crown Heights, Brooklyn.
Hablando en la conferencia del Comité de Asuntos Públicos de Israel (AIPAC), Pompeo dijo que el antisionismo, la oposición a la existencia de Israel como patria para el pueblo judío, era una forma de antisemitismo que estaba en aumento.
“El gobierno de Trump se opone inequívocamente y lo combatiremos sin tregua”, dijo, “el antisionismo es antisemitismo”.
El lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció la anexión de los Altos del Golán por parte de Israel en 1981, en un impulso al primer ministro Benjamin Netanyahu, que se enfrenta a una elección el 9 de abril.
Algunos analistas políticos dicen que los republicanos esperan que el apoyo a Israel atraiga a los votantes judíos y que los republicanos en el Congreso fueron directos a la hora de condenar los comentarios de la Representante demócrata, Ilhan Omar, que algunos consideraron como antisemitas.
Al mismo tiempo, los críticos han atribuido a la retórica nacionalista y de confrontación de Trump al aliento de los extremistas de derecha y el aumento de la actividad de los grupos de odio en los Estados Unidos. La administración ha rechazado rotundamente ese cargo.
En Gran Bretaña, los laboristas han estado luchando contra las acusaciones de antisemitismo durante más de dos años. Nueve legisladores han renunciado al partido, citando el manejo del antisemitismo de los líderes en las filas, así como su postura hacia el Brexit, como la razón de su partida.
En Francia, hogar de la comunidad judía más grande de Europa, los ataques antisemitas aumentaron 74 por ciento en 2018 a 500, según las cifras publicadas en febrero.