El primer ministro australiano, Anthony Albanese, condena actividades neonazis tras detención de grupo en día nacional.
Albanese condenó las actividades neonazis en su país tras la detención de un grupo de personas vestidas de negro en el día nacional del país, en el que se celebraron concentraciones en apoyo de los indígenas.
La policía informó de que el viernes, festividad conocida como el Día de Australia, detuvo a seis personas y expidió a otras 55 actas de infracción por comportamiento ofensivo en una estación de tren de Sídney, capital del estado de Nueva Gales del Sur. El grupo iba “muy disfrazado”, según la policía.
A group of white supremacist neo-Nazis were stopped by police and ordered to stay away from the city's Australia Day events, after planning to head into the city for their own protest | @alicemhogg pic.twitter.com/E63H6G4urr
— 10 News First Sydney (@10NewsFirstSyd) January 26, 2024
“Me quedé horrorizado”, dice Albanese a los periodistas en la ciudad de Orange, a unos 203 kilómetros (126 millas) de Sydney, cuando se le pregunta por el grupo el sábado.
“No quiero ver a personas con pasamontañas vestidas de negro de la cabeza a los pies, que se dedican a actividades neonazis en este país”, afirma Albanese.
Este tipo de actividades “son condenadas con razón por toda la gente decente”, afirma, y añade que en Australia se ha producido un aumento del neonazismo.
El Día de Australia conmemora el día en que Gran Bretaña estableció Nueva Gales del Sur como colonia penal, pero muchos australianos indígenas lo rechazan por considerar que marca el inicio de las injusticias sufridas desde la colonización europea.
El viernes miles de personas se congregaron en las capitales de los estados en actos del “Día de la Invasión” en apoyo de la comunidad indígena, muchos de los cuales quieren que se abandonen las celebraciones o se traslade la fecha.
A principios de este mes, entraron en vigor en Australia nuevas leyes que prohíben el saludo nazi y la exhibición o venta de símbolos asociados a grupos terroristas, en respuesta al aumento de incidentes antisemitas tras la guerra entre Israel y Hamás, Desencadenante de la matanza perpetrada por el grupo terrorista palestino el 7 de octubre en todo el sur de Israel.
En aquel momento, el gobierno laborista de centro-izquierda dijo que las leyes enviaban un mensaje claro de que en Australia no había lugar para quienes glorifican el Holocausto o los actos terroristas.