Las manifestaciones antiisraelíes frente al Royal Concert Hall de Ámsterdam mantuvieron un alcance reducido, pese a advertencias previas de colectivos que anunciaron disturbios durante una serie de conciertos de Janucá. Las actuaciones contaron con la participación del cantor jefe de las FDI, Shai Abramson.
Las fuerzas policiales autorizaron la salida de un máximo de 20 manifestantes del edificio, conocido como Concertgebouw, para una protesta al mediodía, según medios locales. Los activistas mostraron pancartas con los lemas “No hay escenario para genocidio” y “El Concertgebouw está ocupado”.
Para las 18:00, las autoridades permitieron una concentración de hasta 30 personas fuera del auditorio, mientras una protesta más numerosa tuvo lugar en el cercano Museumplein. Grupos habían anunciado movilizaciones mayores contra lo que denominan el “genocidio en curso” de las FDI en Gaza.
A comienzos de noviembre, la sala anunció la cancelación del concierto del 14 de diciembre por la inclusión de Abramson en el programa. Tras la reacción internacional, los organizadores alcanzaron un acuerdo. El recital dominical se realizó sin Abramson, quien actuó después en dos conciertos privados.
