En una reciente entrevista televisiva, el presidente ruso, Vladimir Putin, sugirió que las potencias occidentales impulsaron a Volodymyr Zelensky, de origen judío, a la presidencia de Ucrania.
Razones detrás de la declaración de Putin
El líder ruso planteó que el ascenso de Zelensky al poder en Ucrania se llevó a cabo para esconder el supuesto elogio del nazismo en el país. Putin ha utilizado esta narrativa para justificar su intervención en Ucrania, la cual describe como “operación militar especial”.
La acusación de Moscú hacia Kiev señala una persecución “genocidio” neonazi hacia los rusoparlantes en Ucrania. Sin embargo, Kiev y sus aliados han refutado estas aseveraciones, considerándolas justificaciones sin fundamento para una intervención militar.
Esta no es la primera vez que Putin intenta relacionar al gobierno de Ucrania con actos nazis ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial, llevados a cabo por ocupantes alemanes en la región.
Respuesta del presidente ucraniano, Zelensky
Zelensky, quien fue elegido democráticamente en 2019 y habla ruso nativo, ha mencionado en el pasado cómo algunos de sus familiares fueron víctimas del Holocausto. El presidente ucraniano ha negado categóricamente las acusaciones rusas que lo vinculan con grupos neonazis.
En relación a los comentarios de Putin, Zelensky recalcó la importancia de no utilizar la tragedia del Holocausto con fines políticos.
Mykhailo Podolyak, asesor presidencial ucraniano, calificó las declaraciones de Putin como una “mentira monstruosa”, utilizando la tragedia del Holocausto para justificar acciones en contra de Ucrania.
Declaraciones previas y respuestas internacionales
En junio, Putin afirmó, sin pruebas, que algunos judíos veían a Zelensky como una vergüenza para su comunidad. Estas declaraciones se realizaron durante un foro económico en San Petersburgo.
En enero, Sergei Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores ruso, fue reprendido por la Casa Blanca tras comparar acciones de Washington con las del régimen nazi.
El historiador Timothy Snyder, de la Universidad de Yale, confirmó que al menos 1,7 millones de judíos soviéticos fueron asesinados por alemanes y sus colaboradores durante 1942.