El lunes, Stephen Sizer, un sacerdote británico jubilado que en su día afirmó que los judíos e Israel eran responsables del 11-S, fue inhabilitado durante 12 años para servir en la Iglesia Anglicana.
Sizer adquirió notoriedad como opositor declarado del sionismo cristiano durante sus más de dos décadas como sacerdote y profesor en el sur de Inglaterra. Escribió varios libros y realizó una tesis doctoral sobre el tema.
En su libro de 2007 “Zion’s Christian Soldiers”, afirmó: “No es razonable esperar que Dios beneficie materialmente a los cristianos si apoyan al Estado de Israel, predominantemente laico”.
El veredicto del Tribunal Eclesiástico fue bien recibido por la comunidad judía británica
Según Marie Van der Zyl, directora de la Junta de Diputados de los Judíos Británicos, que presentó la denuncia inicial contra Sizer, “ésta es la conclusión correcta”, dado que incurrió en “conducta antisemita” y ofendió gravemente a la comunidad judía durante años. “Agradezco que el Tribunal haya escuchado nuestro testimonio, y espero mantener un vínculo fuerte e íntimo con la Iglesia de Inglaterra en los próximos años”.
Sizer ha reconocido haber estado en una conferencia en 2008 con el negacionista del Holocausto Fredrick Toben, y en una ocasión afirmó en Facebook que el ex líder laborista Jeremy Corbyn era víctima de “las manos ocultas del sionismo”. Su publicación en Facebook con el enlace al artículo “9/11/Israel lo hizo” y su posterior afirmación de que la teoría de la conspiración debía ser “examinada” constituyeron la infracción que dio lugar a su suspensión.
Debido a que Sizer fue inicialmente puesto en licencia administrativa en 2018 cuando se hicieron las acusaciones y la prohibición de 12 años emitida el lunes tiene en cuenta el tiempo ya transcurrido, la suspensión de Sizer durará hasta 2030. “Es evidente que las acciones de Stephen Sizer han dañado las relaciones cristiano-judías al fomentar teorías conspirativas y clichés que son inapropiados para su uso en el ministerio cristiano público y la iglesia. El arzobispo de Canterbury, máximo responsable clerical de la Iglesia anglicana desde que ésta se separó del Papa en el siglo XVI bajo Enrique VIII, emitió una declaración en la que reiteraba su llamamiento a que los ministros ordenados de la Iglesia de Inglaterra apliquen las normas más estrictas en la lucha contra el antisemitismo de todo tipo”.