El comité del Congreso, encargado de investigar el antisemitismo en Columbia, dio a conocer ayer los textos enviados por Shipman. En una carta dirigida a la presidenta interina, los líderes del comité exigieron explicaciones sobre mensajes que, según ellos, “parecen minimizar e incluso ridiculizar la cultura generalizada de antisemitismo” en la universidad. Los intercambios de Shipman pusieron en duda el compromiso de la institución con las normativas de no discriminación.
En un mensaje del 30 de octubre de 2023, Shipman escribió a la entonces presidenta Minouche Shafik: “La gente está realmente frustrada y asustada por el antisemitismo en nuestro campus y se sienten de alguna manera traicionados por él. Lo cual no es necesariamente un sentimiento racional”. Este comentario desató críticas por subestimar las preocupaciones de los estudiantes judíos.
El 17 de enero de 2024, Shipman propuso: “Necesitamos tener a alguien de Oriente Medio o que sea árabe en nuestra junta”, según los textos obtenidos por el comité. Además, se refirió a Shendelman, una defensora destacada contra el acoso a estudiantes judíos, de manera despectiva. En enero de 2024, afirmó: “Simplemente no creo que deba estar en la junta” y la describió como “extraordinariamente inútil”. En abril de 2024, respaldó la idea de un colega que calificó a Shendelman de “topo” y “zorro en el gallinero”, añadiendo: “Estoy cansado de ella”.
Los líderes del comité cuestionaron en su carta: “Estos intercambios plantean la pregunta de por qué usted parecía estar a favor de destituir a uno de los defensores judíos más abiertos de la junta en un momento en que los estudiantes de Columbia enfrentaban un nivel impactante de miedo y hostilidad”. Shipman, quien formaba parte de la junta de fideicomisarios en ese momento, enfrentó críticas por sus acciones.
En respuesta, Shipman envió una carta a algunos miembros de la facultad esta tarde, donde expresó su remordimiento. “Las cosas que dije en un momento de frustración y estrés estaban mal. No reflejan cómo me siento. Me he disculpado directamente con la persona nombrada en mis mensajes de texto, y me disculpo ahora con usted”, afirmó, según una copia del correo electrónico. Añadió: “Fue un momento de inmensa presión, hace más de un año y medio, mientras navegamos por tiempos profundamente turbulentos. Pero eso no cambia el hecho de que cometí un error”. Shipman subrayó su “profundo compromiso con la lucha contra el antisemitismo y la protección de nuestros estudiantes y profesores judíos”.
La universidad ha enfrentado cambios significativos en su liderazgo. Minouche Shafik renunció el año pasado debido a la intensa controversia por el antisemitismo y el activismo antiisraelí en el campus. Su sucesora, Katrina Armstrong, dejó el cargo en marzo, y Shipman asumió como presidenta interina. Hasta ahora, se la consideraba una defensora más efectiva de los estudiantes judíos en comparación con sus predecesoras.