Un grupo de atacantes lanzó bombas incendiarias contra una sinagoga en un suburbio de Montreal, marcando el segundo ataque similar en poco más de un año. Este incidente se suma a una serie de agresiones contra instituciones judías canadienses desde la invasión de Israel por Hamás el 7 de octubre de 2023.
En este ataque, al igual que en eventos previos contra sitios judíos en Canadá, no se reportaron heridos. Mordecai Zeitz, rabino emérito de la Congregación Beth Tikvah en Dollard-des-Ormeaux, informó que los congregantes se reunieron para oraciones matutinas en las afueras del edificio. “A pesar de los daños, logramos realizar las oraciones de manera abreviada”, expresó, destacando que el espíritu judío sigue presente frente a las puertas dañadas.
El fuego, detectado alrededor de las 3 de la madrugada, fue causado por un dispositivo incendiario encontrado en el lugar, según la policía. Véronique Dubuc, portavoz policial, confirmó que los daños fueron menores, limitados a cristales rotos y humo, y que no hubo heridos. Testigos vieron a un hombre sospechoso abandonar el área tras el incendio, mientras que otro edificio comunitario judío también sufrió daños cercanos.
Actualmente, se lleva a cabo una investigación criminal para determinar el motivo del ataque, aunque todavía no se han identificado responsables. Este suceso ocurre tras un ataque similar en noviembre de 2023, cuando la misma sinagoga fue blanco de una bomba incendiaria. Desde entonces, las instituciones judías en Canadá han enfrentado diversos incidentes, incluyendo disparos contra escuelas y amenazas de bomba enviadas a decenas de organizaciones en agosto.
Además, el ataque llega tras una manifestación propalestina en Montreal, donde se quemó una efigie del primer ministro Benjamin Netanyahu. También se registró un ataque incendiario a una sinagoga en Australia hace dos semanas.
Zeitz aseguró que los daños se limitaron al vestíbulo y expresó su intención de continuar con los servicios religiosos esa misma noche. Asimismo, la sinagoga invitó a la comunidad a un servicio solidario de Shabat el sábado por la mañana, mientras que la escuela diurna anexa al edificio continuó funcionando con normalidad.
El Centro para Asuntos Israelíes y Judíos (CIJA) condenó enérgicamente el ataque a través de un comunicado en X, calificándolo como un acto cobarde destinado a intimidar a la comunidad judía. La organización exigió justicia y acciones rápidas por parte de las autoridades, destacando que este es el séptimo ataque contra instituciones judías en Montreal desde la ofensiva de Hamás.
Por su parte, B’nai B’rith Canadá instó a las autoridades a tomar medidas más firmes para frenar la violencia. Henry Topas, cantor de la sinagoga y representante regional de B’nai B’rith, señaló que la situación en Montreal se ha vuelto cada vez más insegura para la comunidad judía. Criticó la falta de acciones contundentes de los líderes locales y nacionales, incluyendo a la alcaldesa Valerie Plante, para detener el crecimiento del antisemitismo en la ciudad.
El ataque fue condenado tanto por la alcaldesa Plante como por el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Trudeau calificó el acto como “cobarde y criminal” y afirmó que confía en que los responsables serán llevados ante la justicia. Plante subrayó que las acciones antisemitas son intolerables y reafirmó su compromiso con la seguridad de los ciudadanos judíos en Montreal.
Desde Israel, el presidente Isaac Herzog expresó su preocupación por el aumento global de la violencia antisemita, instando al gobierno canadiense a tomar medidas contundentes para frenar estos actos de odio.