La Universidad de Stanford suspendió la residencia estudiantil Kairos tras haber recibido denuncias que indicaban una posible discriminación contra estudiantes judíos. Según la institución, varios alumnos fueron identificados como “sionistas” y luego se les solicitó abandonar el espacio. El hecho ocurrió en el marco de una actividad extracurricular no vinculada a asuntos políticos ni a temas relacionados con Oriente Medio, según el informe oficial.
La investigación reveló que los estudiantes afectados no habían expresado sus creencias políticas durante la actividad y que fueron excluidos en función de su identidad judía percibida. Stanford afirmó que este tipo de exclusión constituye una conducta discriminatoria, similar a otros casos reportados en instituciones de educación superior durante la guerra entre Israel y Hamás. “No es aceptable que los estudiantes judíos sean excluidos de un espacio universitario”, declaró la universidad.
Jessica Oleon Kirschner, directora ejecutiva y rabina principal de Hillel en Stanford, señaló que la decisión transmite un mensaje claro sobre el rechazo a la discriminación dentro del campus. “Nos asegura que la universidad ha actuado de manera rápida y decisiva para proteger a los estudiantes judíos”, afirmó en un comunicado. La administración de la universidad anunció que Kairos permanecerá bajo supervisión institucional durante al menos un año.
Fundada en 1988, Kairos es una de varias residencias administradas por estudiantes en el campus. Antes de su suspensión, tenía como tema central la “solidaridad BIPOC y/o apreciación de las artes”, según información publicada en el sitio web oficial. También había realizado actividades vinculadas a Students for Justice in Palestine, incluyendo requisitos ideológicos como el respaldo a una “Palestina libre” o al movimiento “Landback”.
Stanford indicó que ya se habían implementado medidas frente a otras denuncias presentadas el año anterior, cuando se reportaron incidentes en los que se habría exigido a los estudiantes realizar declaraciones negativas sobre Israel para acceder a eventos sociales. Ante la reincidencia, la universidad consideró necesarias acciones correctivas más estrictas, por lo que procedió a suspender la operación autónoma de la residencia.
En abril, la Liga Antidifamación ajustó la calificación de antisemitismo en Stanford de nivel D a nivel C, aunque mantuvo el riesgo como “alto” debido a la situación del clima en el campus. En marzo, la universidad figuró en una lista de 60 instituciones señaladas por la administración Trump como posibles destinatarias de sanciones por casos previos de antisemitismo. A pesar de ello, Stanford no ha sido blanco de medidas específicas como otras universidades del noreste del país.
El mes pasado, la universidad informó que podría efectuar recortes significativos de personal como consecuencia de las reducciones presupuestarias impuestas por la administración federal a los fondos destinados a la investigación. La decisión de suspender la residencia Kairos ocurre en ese contexto de tensión institucional, aunque la universidad no vinculó directamente ambos hechos.