La Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) ha expresado su rechazo a un fallo judicial que le impide ofrecer clases si manifestantes propalestinos bloquean el acceso de estudiantes judíos al campus. Según la institución, cumplir con esta medida afectaría negativamente a la universidad.
Mary Osako, portavoz de la UCLA, explicó que la decisión “limitaría indebidamente nuestra capacidad de responder a los acontecimientos y de satisfacer las necesidades de la comunidad Bruin”.
El juez federal Mark Scarsi había dictaminado que la universidad no puede llevar a cabo sus actividades académicas ni permitir el acceso a los edificios si los estudiantes judíos se ven impedidos de ingresar debido a las protestas. Este fallo fue resultado de una demanda presentada por tres estudiantes judíos, quienes alegaron haber sufrido discriminación durante manifestaciones propalestinas y acusaron a UCLA de no garantizar su acceso al campus.
La universidad argumentó que no tiene responsabilidad legal en el caso, ya que fueron los manifestantes, y no la institución, quienes bloquearon el acceso. Además, destacaron que trabajaron junto a las fuerzas del orden para evitar la creación de nuevos campamentos de protesta en el campus.
Osako aseguró que UCLA está evaluando todas las opciones disponibles para continuar adelante. También reafirmó el compromiso de la universidad con la creación de un ambiente en el que todos los miembros de la comunidad se sientan bienvenidos y libres de intimidación, discriminación y acoso.
Por otro lado, Yitzchok Frankel, estudiante de derecho y uno de los demandantes, celebró la decisión del juez Scarsi. En un comunicado, afirmó: “Ningún estudiante debería tener miedo de que le impidan entrar en su campus por ser judío”. Frankel agradeció al tribunal por exigir a UCLA que ponga fin a lo que describió como una “conducta antijudía vergonzosa”.