Un empresario gastronómico se declaró culpable el jueves por exhibir un símbolo nazi durante una manifestación anti-Israel y pro-Palestina en Sídney a principios de octubre.
Alan Yazbek fue fotografiado en la protesta del 6 de octubre en el distrito financiero central de Sídney sosteniendo un cartel que reemplazaba la Estrella de David en la bandera de Israel con una esvástica azul, acompañado de las palabras “Detengan al Israel nazi”.
Yazbek, de 56 años, también fue fotografiado sosteniendo otro cartel en los colores verde y amarillo, asociados con Hezbolá —una organización designada como terrorista en Australia— que se asemejaba mucho a la bandera del grupo terrorista, con las palabras “nuestros chicos en verde y oro ganarán”.
La manifestación tuvo lugar un día antes del primer aniversario de los ataques del 7 de octubre en Israel, llevados a cabo por Hamás.
Yazbek —cofundador del Nomad Group, que posee tres restaurantes de alta gama en Sídney y Melbourne— fue la única persona acusada tras la protesta, que contó con la participación de unas 10.000 personas. La policía inicialmente intentó evitar la manifestación, pero luego alcanzó un acuerdo con los organizadores, permitiendo que se desarrollara de manera pacífica.
Yazbek enfrenta una posible condena de hasta 12 meses de prisión o una multa de 11.000 dólares australianos (7.300 dólares estadounidenses). Su sentencia está programada para el 10 de diciembre.
Desde 2022, los gestos nazis y la exhibición de símbolos nazis como la esvástica están prohibidos por diversas leyes estatales y federales. Grupos judíos en Australia han informado de un aumento significativo en las acciones antisemitas a medida que la guerra en Oriente Medio se intensifica.
A principios de octubre, un jefe de policía estatal australiano se vio obligado a disculparse con la comunidad judía después de que un sargento de 65 años supuestamente realizara un saludo nazi prohibido en una academia policial.
En la misma semana, un autodenominado nazi fue informado por un magistrado de que se convertiría en la primera persona en Australia en ser sentenciada a prisión por realizar el mismo gesto prohibido.
En junio, tres aficionados al fútbol fueron multados por realizar el saludo durante un partido en Sídney. Los hombres fueron los primeros condenados en Australia por tales delitos y han presentado apelaciones.