En la capital del estado de Nueva Gales del Sur, la policía reportó un nuevo caso de vandalismo antisemita tras descubrir grafitis con esvásticas rojas pintadas en la fachada de una sinagoga en Newtown. El ataque ocurrió la mañana del sábado y se suma a otro incidente registrado un día antes en una sinagoga en otra parte de Sydney.
La situación preocupa a las autoridades, ya que en el último año Australia ha enfrentado una escalada de actos antisemitas. Entre los casos más alarmantes, se encuentran los grafitis en edificios y vehículos en Sydney, así como un ataque incendiario a una sinagoga en Melbourne, que la policía catalogó como un acto de terrorismo.
Los recientes ataques no se limitaron a los templos religiosos. La policía informó que una vivienda ubicada en el este de Sydney, una zona con gran presencia de la comunidad judía, también fue objeto de grafitis antisemitas. Además, se investiga un cartel callejero en Marrickville que contenía comentarios ofensivos.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, rechazó categóricamente los actos de vandalismo y pidió sanciones ejemplares para los responsables. “Los grafitis que aparecieron durante la noche son repulsivos y deben terminar de inmediato. Australia es mejor que esto”, afirmó a través de un comunicado en la red social X. Recordó también que la exhibición de símbolos nazis y otros símbolos de odio está prohibida en el país y reiteró que los culpables deben enfrentar severas consecuencias legales.
El viernes por la madrugada, vándalos pintaron símbolos nazis en otra sinagoga en un suburbio diferente de Sydney. Ante estos hechos, el primer ministro estatal, Chris Minns, advirtió que los ataques buscan fracturar a la comunidad. “No dejaremos de condenar estas acciones monstruosas y atroces”, declaró.
Como respuesta, las autoridades de Nueva Gales del Sur formaron un grupo policial especial para investigar los ataques. Una de las principales líneas de indagación es el ataque a la Sinagoga del Sur de Sydney, ubicada en Allawah, donde se encontraron varias esvásticas y un mensaje que decía “Hitler en la cima”, junto a las palabras parcialmente visibles “Allah hu Akbar”.
El viernes, Albanese volvió a pronunciarse sobre estos hechos y subrayó que no hay cabida en Australia para este tipo de actividades criminales, especialmente en una sociedad multicultural que se enorgullece de su tolerancia y diversidad.
Los ataques más graves contra la comunidad judía en los últimos meses incluyen el incendio de la sinagoga Adass Israel en Melbourne. En ese incidente, registrado en diciembre, varios individuos enmascarados destruyeron gran parte del edificio y provocaron heridas leves a un feligrés que se encontraba en el lugar. Esto llevó al gobierno a crear un grupo de trabajo federal centrado en combatir el antisemitismo.
Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, Australia ha registrado un notable incremento de incidentes tanto antisemitas como islamófobos. La escalada de violencia comenzó en octubre de 2023, cuando Hamás lanzó un ataque masivo contra Israel, que dejó un saldo de 1.200 muertos y 251 personas secuestradas.
Organizaciones judías han criticado la respuesta gubernamental, argumentando que no se han tomado medidas contundentes para frenar la ola de ataques. Según los líderes de la comunidad judía, el nivel de prejuicio hacia su grupo ha alcanzado cifras sin precedentes, con Sydney y Melbourne como las ciudades donde se concentra la mayoría de los incidentes.
El Consejo Ejecutivo del Judaísmo Australiano (ECAJ) reveló en un informe que entre octubre de 2023 y septiembre de 2024 se registraron más de 2.000 actos antisemitas en Australia, lo que representa un aumento de más del 400 % en comparación con los 495 incidentes contabilizados el año anterior. El estudio excluye las declaraciones de odio publicadas en redes sociales, lo que sugiere que la cifra real podría ser aún mayor.