La tumba de Josué bin Nun, en Samaria, fue objeto de actos de vandalismo, con pintadas malintencionadas que incluían incitaciones a Hamás y a la masacre del 7 de octubre.
Entre las palabras pintadas con spray en el muro figuraban “Muerte a los judíos”, los nombres de terroristas que perpetraron atentados en Jerusalén y otras cosas.
El jefe del Consejo Regional de Samaria, Yossi Dagan, pidió al gobierno y a las fuerzas de seguridad que tomen medidas drásticas contra el terror en Judea y Samaria, al igual que Estados Unidos hizo con ISIS.
“Este es un crimen de odio bárbaro y un ataque terrorista en todos los sentidos”, dijo. “Recibimos otro recordatorio de que el enemigo en Gaza y el enemigo en Samaria tienen un solo objetivo: destruir el Estado de Israel y asesinar judíos”.
“No es coincidencia que los bárbaros hagan estas dos cosas juntas – usando los mismos métodos que usó ISIS, tanto para herir el alma como para asesinar judíos de manera bárbara, mientras que al mismo tiempo también dañan nuestras raíces históricas aquí, en los lugares sagrados de Israel. Entienden muy bien que todo empieza desde nuestras raíces, desde nuestro derecho moral a la tierra y nuestro honor nacional”.
“Bajo nuestra vigilancia, Samaria no se convertirá en Hamastán ni en Fatahistán. Quienquiera que nos haga daño, quienquiera que dañe nuestro patrimonio, quienquiera que dañe nuestros lugares sagrados y símbolos nacionales – no estará aquí. La nación de Israel saldrá victoriosa”.
Decenas de visitantes llegan anualmente a la tumba de Josué, en una serie de viajes organizados y asegurados por las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) y las fuerzas de seguridad. En el pueblo cercano a la tumba de Josué también está enterrado Caleb ben Jephone.