Los líderes judíos locales están furiosos por las repetidas violaciones de la seguridad en un gran cementerio judío de la zona de Buenos Aires.
Justo antes del Yom Kippur de la semana pasada, tres vándalos fueron sorprendidos intentando llevarse 223 lápidas del cementerio, el tercer robo de este tipo en el último mes. La semana anterior destrozaron más de 100 lápidas en el cementerio de Tablada.
Uno de los vándalos de la semana pasada fue capturado, mientras que otros dos escaparon. La investigación está en curso.
“Estamos muy preocupados por la falta de acción de las autoridades argentinas para proteger el cementerio judío”, dijo a la Agencia Telegráfica Judía Eliahu Hamra, secretario general de BUR, el bloque ortodoxo que gobierna el grupo judío AMIA.
No se ha encontrado ninguna pintada antisemita en el cementerio después de los repetidos incidentes, pero los grupos judíos siguen dando la voz de alarma. También elogiaron a los trabajadores del cementerio, que intervinieron para detener el robo sin ayuda de la policía.
“Esperamos que las autoridades den una solución definitiva al problema de la inseguridad y la desprotección, necesitamos que se tomen urgentemente las medidas necesarias. Parece que hay una ‘zona libre’“, dijo a JTA el presidente de la AMIA, Ariel Eichbaum.
Según la AMIA, el cementerio de Tablada es el más grande de América Latina. Inaugurado en 1936, cubre casi 100 acres y contiene más de 130.000 tumbas. Está situado a 13 millas al este de Buenos Aires.