Soldados de la Policía de Fronteras detuvieron el jueves por la noche a 43 personas -la mayoría de ellas árabes musulmanas- sospechosas de alterar el orden en la ciudad central de Lod.
A última hora de la noche del jueves, comenzaron a producirse incidentes violentos en varios lugares de Lod. Las alteraciones del orden incluyeron ataques con piedras y bombas incendiarias contra las fuerzas de seguridad. También se produjeron varios tiroteos y ataques incendiarios contra sinagogas y otros edificios públicos, así como peleas callejeras que siguieron causando grandes daños a la propiedad y a la infraestructura de la ciudad.
Las fuerzas de la Policía de Fronteras presentes en los lugares de los conflictos y las concentraciones dispersaron a los sospechosos utilizando métodos de dispersión de disturbios y detuvieron a 43 de ellos.
“Los efectivos de la Policía de Fronteras seguirán desplegando grandes fuerzas en Lod también durante el fin de semana. Seguirán deteniendo a más alborotadores y actuarán con determinación para restablecer el orden”, dice un comunicado de la policía.
Una de las sinagogas a las que los árabes prendieron fuego el jueves por la noche fue la de Dossa, en el barrio de Ramat Eshkol de Lod. Se produjeron daños en el patio delantero y en una de las salas del edificio, pero la sinagoga en sí no sufrió daños.
La sinagoga es la cuarta incendiada esta semana por los árabes en Lod.
La sinagoga Dossa fue fundada por Janakh Dossa, que emigró a Israel desde Túnez en la década de 1960. Servía de sinagoga central para los residentes de diversas etnias que vivían en los barrios cercanos. Con el paso de los años, la población judía abandonó el barrio y la sinagoga fue abandonada, destruida e incendiada.
En 2014, la sinagoga fue renovada por los estudiantes de la academia premilitar de Lod, y un grupo de familias de los barrios cercanos comenzó a regresar y a gestionarla. En la sinagoga se pueden ver restos antiguos de la sinagoga quemada, como una estantería con puertas de cristal que contenía objetos sagrados que fueron destruidos, y un antiguo letrero que dice: “He puesto a D’s siempre delante de mí”, que fue restaurado.