La canciller alemana, Angela Merkel, calificó, Día de las Víctimas del Holocausto, de “vergüenza” que en su país “ninguna institución judía pueda existir sin protección policial, sea un colegio, una guardería o una sinagoga”.
“Es difícil de entender y una vergüenza”, señaló Merkel en su habitual vídeo-mensaje de los sábados.
La canciller afirmó que es para ella una “tarea diaria” posicionarse “con todas sus fuerzas contra el antisemitismo, la xenofobia y el odio al otro”, cuestiones a su juicio cada vez más en el orden del día.
En su opinión, es “muy importante” preservar la voz de los sobrevivientes del Holocausto -cuando ya la mayoría ha muerto- e incluirla en la “cultura del recuerdo” con un “concepto pedagógico razonable”.
“Sólo podemos estructurar un buen futuro si contamos con el pasado y no ponemos en duda que lo seguimos necesitando. Por eso es para mí muy importante que tenga lugar este día”, indicó.
Merkel añadió que “el antisemitismo no tienen lugar” en la sociedad alemana, cuyos “valores fundamentales” deben ser la “apertura y la tolerancia”.
Muchos políticos alemanes se posicionaron en este mismo sentido con motivo del Día de las Víctimas del Holocausto, celebración que ha cobrado un especial sentido este año ante el auge de la ultraderecha y las recientes quemas de banderas israelíes que han tenido lugar en el país por parte de grupos de inmigrantes de Oriente Medio.
El ministro de Exteriores, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, afirmó “que nadie puede dar marcha atrás a la historia, pero todos y todas pueden asumir responsabilidades para el futuro teniendo en cuenta las advertencias de nuestra historia”.
En la red social Twitter muchos se sumaron a la campaña #WeRemember (recordamos), como el ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, la presidenta de Los Verdes, Katrin Göring-Eckardt, o la presidenta de La Izquierda, Katja Kipping.
Mientras que el tradicional homenaje en el Bundestag (Cámara Baja) se celebrará el próximo miércoles, distintas conmemoraciones tuvieron hoy lugar por todo el país, incluyendo algunas en antiguos campos de concentración nazis.
Unos seis millones de judíos fueron asesinados por el régimen nacionalsocialista en campos de concentración durante la II Guerra Mundial, según estimaciones de los historiadores.