Arqueólogos israelíes hallan la que podría ser la primera granja en dunas de arena del mundo en Caesarea, evidenciando innovación agrícola en la región hace un milenio.
Agricultura en dunas de arena
Investigadores de la Universidad Bar Ilan y la Autoridad de Antigüedades de Israel han descubierto un antiguo sistema de cultivo en dunas de arena en Caesarea, una zona con hoteles y campos de golf en la actualidad.
El área de 1.5 kilómetros cuadrados, llamada “Jardines de Caesarea”, habría requerido más de un millón de días de trabajo para ser desarrollada y podría ser la primera granja a gran escala en dunas de arena del mundo.
Se cree que los cruzados abandonaron la granja en el siglo XII. Los investigadores han encontrado 370 parcelas de cultivo con bermas de tablero de ajedrez que contenían suelo enriquecido en lugar de arena, formadas por mármol, monedas, piedras, cerámica y vidrio de Caesarea.
Resistiendo el paso del tiempo
Este sistema de “parcela y berma” ha sobrevivido más de 1,000 años, lo cual es considerado un logro sorprendente. Se cree que el método fue ingenioso al incorporar y reutilizar residuos de vertederos cercanos, enriquecer el suelo, desarrollar la ingeniería de suelo y bermas, y aprovechar el agua subterránea.
Los investigadores estiman que se necesitaron cientos de trabajadores para transportar la arena y reconfigurar las dunas a lo largo de una vasta región. En total, se estima que se invirtieron un millón de días de trabajo en los Jardines de Caesarea.
¿Por qué y qué se cultivaba?
Aunque no se han encontrado restos arqueobotánicos ni desechos agrícolas, se cree que el suelo arenoso dificultó la preservación de restos vegetales. No se encontraron raíces de árboles ni vides bien mantenidas, lo que sugiere que el sitio se utilizó para cultivar vegetales en lugar de huertos o viñedos.
Los arqueólogos aún investigan las razones que llevaron a la creación de esta granja y qué líderes estuvieron involucrados en su desarrollo. Pudo haber sido para mejorar el drenaje y reducir enfermedades y plagas en las plantas.
Legado de los Jardines de Caesarea
La expansión islámica llevó la agricultura en dunas de arena a la Franja de Gaza, la península del Sinaí, la costa mediterránea, el Sahara y la costa atlántica de la península ibérica. Actualmente, en el noreste de Portugal se sigue utilizando el sistema de parcela y berma en agroecosistemas.
Los investigadores planean reconstruir los Jardines de Caesarea para estudiar la agricultura antigua y la producción de alimentos en zonas desérticas, con la colaboración de agrónomos para determinar si la agricultura ecológica en este sitio es rentable.
Investigación y adaptación al cambio climático
Los arqueólogos desean saber si la granja funcionó en el siglo X y si aún podría cultivar cultivos a gran escala. El profesor Joel Roskin propone la creación de un jardín público en la playa de Caesarea, similar a Sataf, una granja educativa en las colinas de Jerusalén que recrea la agricultura en zonas montañosas.
Roskin sugiere explorar sistemas tradicionales y adaptaciones al cambio climático. Los visitantes de la granja de dunas de arena milenaria podrían quedar impresionados por la agricultura en un entorno inusual y cómo los seres humanos han adaptado sus entornos durante milenios.
Preservación y desarrollo sostenible
El profesor Roskin defiende la preservación de paisajes locales, mantenerlos verdes y protegerlos del desarrollo, incluso si los Jardines de Caesarea fueron uno de los primeros desarrollos en la costa. “Esto demuestra que las tierras áridas pueden transformarse”, concluye.