El “Foro para la Lucha por Cada Dunam” visitó el Altar Bíblico de Josué en el Monte Ebal y descubrió que, en los últimos días, el altar había sido objeto de actos vandálicos por parte de residentes de pueblos cercanos de la Autoridad Palestina, que quemaron neumáticos en el lugar y pintaron con spray graffiti árabes y una bandera de la Autoridad Palestina en el altar.
Tras el vandalismo, el foro anunció que celebraría un servicio de oración al amanecer en el lugar del altar para aumentar la presencia judía allí, en memoria del capitán (res.) Harel Sharvit, de bendita memoria, que murió en combate en Gaza y fue una de las personas más activas en el establecimiento de la presencia judía allí.
“El grave incidente que tuvo lugar esta semana es consecuencia directa de la falta de presencia judía en esta colina. Desde que la Administración Civil decidió demoler por completo la granja judía de la montaña hace tres años, hemos sido testigos de una serie de incidentes de vandalismo en el altar, una toma masiva de posesión por parte de la Autoridad Palestina y varias acciones irreversibles llevadas a cabo en la zona”, declaró el Foro.
“Hoy, está más claro que nunca que solo la presencia judía fija de una granja o ciudad garantizará que haya realmente control sobre el lugar, y evitará más daños o destrucción del altar. El gobierno de derechas que tan ferozmente se ha pronunciado en el pasado contra los daños al lugar debe ordenar el establecimiento de una nueva comunidad en la colina a más tardar hoy. De lo contrario, cualquier daño o toma de posesión por parte de los árabes se convertirá en una mancha eterna en su historial”.
“En los últimos 2 años, el Altar de Josué ha sufrido importantes intentos de dañarlo por parte de los árabes de la zona, y algunos de ellos incluso consiguieron causar daños irreversibles en las paredes del lugar”, concluyó el Foro.
Hace aproximadamente un año, el Foro reveló un plan de la Autoridad Palestina para construir un barrio residencial en el propio emplazamiento del altar, lo que provocaría la destrucción de los hallazgos arqueológicos e impediría el acceso de los judíos al lugar histórico.