Un monumental dique excavado en la Piscina de Siloé, ubicada en el Parque Nacional de la Ciudad de David, ha sido datado, según un estudio conjunto de la Autoridad de Antigüedades de Israel y el Instituto Weizmann de Ciencias, en la época de los reyes de Judá, Joás o Amatsías. Los investigadores sostienen que su construcción pudo haber representado una solución innovadora ante una crisis climática ocurrida hace aproximadamente 2.800 años. La investigación, publicada el lunes en la prestigiosa revista científica PNAS, será presentada en la próxima conferencia “Estudios de la Ciudad de David”, programada para principios de septiembre.
El enorme muro descubierto en las excavaciones de la Piscina de Siloé fue erigido alrededor del 805-795 a.C., durante los reinados de los reyes Joás o Amatsías de Judá. La identificación del dique correspondió a los directores de la excavación, el Dr. Nahshon Szanton, Itamar Berko y el Dr. Filip Vukosavović, actuando en representación de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
“Se trata del dique más grande descubierto hasta ahora en Israel y del más antiguo hallado en Jerusalén. Sus dimensiones son notables: aproximadamente 12 metros de altura, más de 8 metros de ancho y una longitud excavada que alcanza los 21 metros, extendiéndose más allá de los límites de la excavación actual”, afirmaron los directores. “El dique fue diseñado para recolectar las aguas del manantial de Gijón, así como las aguas de crecida que descendían por el valle principal de la Jerusalén antigua, el histórico Valle del Tipón, hacia el arroyo Cedrón, y proporciona una solución simultánea para la escasez de agua y las inundaciones repentinas”.
Itamar Berko agregó: “Gracias a dataciones científicas de alta precisión, por primera vez podemos señalar con certeza una estructura que sirvió de base para la construcción de la Piscina de Siloé, la cual hasta ahora solo conocíamos por la Biblia y fuentes históricas”.
La Dra. Johanna Regev y la profesora Elisabetta Boaretto, del Instituto Weizmann de Ciencias, quienes aplicaron métodos microarqueológicos avanzados y datación por radiocarbono de extrema precisión, explicaron: “Ramas y ramitas de corta vida incorporadas en el mortero de construcción del dique permitieron obtener una fecha clara hacia fines del siglo IX a.C., con una resolución extraordinaria de apenas diez años, un logro raro al datar hallazgos antiguos. Para completar la reconstrucción climática, integramos esta datación con datos existentes sobre el clima obtenidos de núcleos del mar muerto, de la Cueva Soreq y de registros de actividad solar que influyen en la formación de ciertos elementos químicos. Todos los datos señalaron un período de precipitaciones escasas en la Tierra de Israel, intercalado con tormentas cortas e intensas capaces de provocar inundaciones. Se concluye que la construcción de sistemas hídricos de esta magnitud respondió directamente a cambios climáticos y condiciones áridas que incluían inundaciones repentinas”.
La estructura recién descubierta se suma a otros dos sistemas hidráulicos de la misma época encontrados en la Ciudad de David: una imponente torre que contenía las aguas del manantial de Gijón y un sistema que recogía el agua del manantial, la conducía por un canal hasta la Piscina de Siloé y la combinaba con las aguas de crecida retenidas por el dique C., lo que evidencia el poder y la sofisticación de la ciudad.
El Dr. Szanton señaló: “La colaboración entre los investigadores del Instituto Weizmann y la Autoridad de Antigüedades de Israel proporciona una nueva perspectiva sobre los desafíos que enfrentaban los habitantes de la Jerusalén antigua. Este ambicioso proyecto de construcción real influyó en el desarrollo de la ciudad, especialmente en sus zonas sur y oeste, incluyendo el Monte Sion, que dependían de las aguas de la Piscina de Siloé”.
Eli Escusido, director de la Autoridad de Antigüedades de Israel, afirmó: “Se trata de uno de los restos más notables y significativos del período del Primer Templo en Jerusalén, y su preservación es extraordinaria. El dique descubierto impresiona por su magnitud y abre nuevas líneas de investigación. La identificación del dique y de la Piscina de Siloé en la Ciudad de David es el resultado de perseverancia, profesionalismo y rigor arqueológico. En los últimos años, Jerusalén ha sido revelada más que nunca, mostrando todas sus épocas, estratos y culturas, y aún nos esperan numerosas sorpresas”.
El ministro de Patrimonio, el rabino Amichai Eliyahu, declaró: “La exposición del dique más grande encontrado hasta ahora en Israel, en el corazón de la Jerusalén antigua, constituye una evidencia tangible de la fortaleza del Reino de Judá y de la creatividad de sus reyes para enfrentar desafíos naturales y ambientales. Hace 2.800 años, los habitantes de Jerusalén desarrollaron soluciones técnicas sofisticadas, aplicando ingenio ingenieril sobresaliente ante una grave crisis climática. La combinación de ciencias exactas con la investigación arqueológica arroja una luz nueva e indiscutible sobre la historia de nuestra nación en la época del Primer Templo”.