Unos arqueólogos descubrieron en Estambul unos restos incinerados en lo que denominan una tumba raramente encontrada, informó la Agencia Anadolu a principios de abril.
La tumba de ladrillo data de hace 2.300 años.
El cuerpo, que se cree que fue incendiado, fue desenterrado durante la excavación arqueológica que se está llevando a cabo en la conocida estación de tren de Haydarpasa, en el distrito de Kadikoy de Estambul. En la época del enterramiento, la zona era conocida como Calcedonia, una próspera ciudad del periodo helenístico. Los arqueólogos también encontraron una copa de terracota y un frasco de perfume en su interior.

Rahmi Asal, director de los Museos Arqueológicos de Estambul, declaró a Anadolu que el descubrimiento podría dar lugar a más conocimientos valiosos.
“Esto es muy valioso. Es uno de los hallazgos más antiguos de esta zona”, dijo, y añadió que “nunca he visto este tipo de tumba de cremación del periodo helenístico”.
Asal se refería al hecho de que algunos de los huesos del individuo sobrevivieron, a pesar de que probablemente fueron incendiados.