Los arqueólogos de Marruecos desvelaron el jueves lo que, según ellos, son las joyas más antiguas del mundo, unas conchas marinas perforadas que datan de hace 150.000 años.
Las conchas, que se supone que formaban collares y pulseras, fueron descubiertas en la cueva de Bizmoune, cerca de la localidad costera de Essaouira.
Según el investigador Abdeljalil Bouzouggar, se han datado en 142.000-150.000 años.
“Este descubrimiento tiene enormes implicaciones para la historia de la humanidad”, dijo, añadiendo que sugería que el propietario utilizaba el lenguaje.
“Se trata de objetos simbólicos, y los símbolos, a diferencia de las herramientas, sólo pueden transmitirse a través del lenguaje”, añadió Bouzouggar. “Así que esto plantea la pregunta: ¿implica este descubrimiento la existencia de un lenguaje utilizado para comunicarse entre estos grupos o con miembros de otros grupos?”.
En una conferencia de prensa organizada por el Ministerio de Cultura, Bouzouggar dijo que se habían encontrado ornamentos similares en todo Oriente Medio y África, con una antigüedad de entre 35.000 y 135.000 años.
“Estos pueblos buscaban el mismo tipo de concha marina a pesar de la existencia de muchos otros tipos”, dijo.
“Esto demuestra que compartían algo. Tal vez incluso había un lenguaje”, añadió Bouzouggar.
También señaló que en Marruecos se encuentran algunos de los restos de Homo sapiens más antiguos descubiertos hasta la fecha: cinco individuos que murieron hace unos 315.000 años y que fueron descubiertos en 2017.
En el equipo de Bouzouggar participaron investigadores del Instituto Nacional de Arqueología y Patrimonio Cultural de Marruecos, así como de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, y del instituto de investigación francés LAMPEA.