Reciente hallazgo arqueológico en el desierto de Judea revela cuatro espadas romanas de notable conservación, vinculadas a la revuelta de Bar Kochba.
Un hallazgo sin precedentes en el desierto de Judea
En una cueva situada en el desierto de Judea, se han desenterrado cuatro espadas romanas con una antigüedad de aproximadamente 1.900 años. Los especialistas sugieren que estos artefactos fueron capturados por los rebeldes de Judea durante la revuelta de Bar Kochba, ocultándolas posteriormente en una grieta de la roca.
El Dr. Eitan Klein, uno de los líderes del Estudio del Desierto de Judea de la Autoridad de Antigüedades de Israel, destacó la importancia de este descubrimiento, resaltando el excepcional estado de conservación de las espadas, que incluye el metal, las empuñaduras y las vainas.
Este hallazgo se ha documentado detalladamente en el volumen «New Studies in the Archaeology of the Judean Desert: Collected Papers».
Contexto del descubrimiento y técnicas empleadas
Las espadas se encontraron en una fisura en una cueva cercana al Parque Nacional de Ein Gedi, próximo al mar Muerto. Esta cueva ya era de interés para los arqueólogos debido a una estalactita inscrita en antigua escritura hebrea, característica del periodo del Primer Templo.
Con la intención de fotografiar la mencionada estalactita mediante fotografía multiespectral, el Dr. Asaf Gayer, el geólogo Boaz Langford y el fotógrafo Shai Halevi reexploraron la cueva. Fue en esta revisión donde se descubrió un pilum romano y fragmentos de madera pertenecientes a las vainas de las espadas.
El Equipo de Prospección Arqueológica del Desierto de Judea, al ser informado, intervino en la prospección, descubriendo las cuatro espadas mencionadas, de las cuales tres estaban intactas dentro de sus vainas.
Características y estado de conservación
El clima árido del desierto de Judea ha jugado un papel fundamental en la conservación de artefactos, incluso aquellos fabricados con materiales frágiles como la madera y el cuero, que son poco comunes en regiones más húmedas.
De las cuatro espadas encontradas, tres son spatha romanas, con hojas que varían entre 60 y 65 centímetros. La cuarta espada, de pomo anular, es más breve con una hoja de 45 centímetros. Estas armas pertenecían probablemente a soldados romanos y fueron aprehendidas por rebeldes judíos, escondiéndolas en la cueva mencionada.
El geólogo Boaz Langford resaltó la impresionante conservación de las espadas, sugiriendo que parecen listas para ser utilizadas pese a su antigüedad:
“Las espadas se han conservado tan bien que parece que se pudieran coger y utilizar ahora mismo, incluso 2.000 años después de haber sido forjadas. Te das cuenta de que estás tocando la historia, porque aquí estás tocando un hallazgo cuya historia conoces”.
Contexto histórico: La revuelta de Bar Kochba
La revuelta de Bar Kochba, transcurrida entre 132 a 135 d. C., conocida también como la Segunda Revuelta Judía, se erige como una de las rebeliones judías más prominentes contra el yugo romano en Judea. Fue orquestada por el destacado líder rebelde Simón Bar Kochba.
Según interpretaciones arqueológicas, es probable que durante la revuelta, judíos ocultaran estas espadas en las grietas de la cueva debido al peligro que suponía ser encontrado con armamento romano.
El experto Klein destacó: “Se trata de un hallazgo muy raro y único a nivel internacional que arrojará luz sobre los últimos momentos de la guerra entre los rebeldes judíos y el ejército romano en la época de la revuelta de Bar Kochba”.
Una investigación colaborativa
El análisis exhaustivo de la cueva está siendo coordinado por el IAA en alianza con el Departamento de Arqueología de la Administración Civil de Judea y Samaria. Esta investigación ha contado con financiamiento parcial del Ministerio de Asuntos de Jerusalén y Patrimonio, repartiéndose el presupuesto entre los entes involucrados.
Anteriormente, en este mismo año, el equipo de arqueólogos al inspeccionar las cuevas del desierto de Judea se toparon con una singular moneda de medio shekel, producto de la economía subterránea de Bar Kochba.
Este proceso de prospección se originó en 2017, revelando para sorpresa del equipo al menos 20 cuevas previamente desconocidas. En 2021, se anunció que una de estas cuevas albergaba fragmentos inéditos de los Rollos del Mar Muerto, casi 60 años tras el hallazgo de los últimos segmentos conocidos.
Artefactos significativos
Posterior al descubrimiento de las espadas, se realizó una detallada excavación, que dejó al descubierto artefactos tanto del periodo calcolítico (aproximadamente 6.000 años atrás) como del periodo romano (cerca de 2.000 años atrás).
En la entrada de la cueva, se localizó una moneda de bronce de Bar Kochba, la cual podría ser esencial para determinar con precisión las fechas en que las espadas fueron ocultadas.
La Autoridad de Antigüedades de Israel, representada por Eli Escusido, expresó su entusiasmo, afirmando que el descubrimiento “se refiere a un momento concreto en el tiempo”.
Conservación en el desierto de Judea
El desierto de Judea, debido a sus condiciones climáticas secas, ofrece un entorno propicio para la preservación de artefactos que en otras regiones del país no perdurarían en el tiempo.
Escusido lo denomina una “cápsula del tiempo única”, resaltando la posibilidad de hallar “fragmentos de pergaminos, monedas de la revuelta judía, sandalias de cuero, y ahora incluso espadas en sus vainas, afiladas como si acabaran de esconderse hoy mismo”.