Arqueólogos forenses han exhumado 53 cuerpos de fosas poco profundas en la localidad vasca de Orduna que fueron excavadas en 1941, como parte de un proceso para curar las heridas del país de la época de la dictadura franquista.
Los investigadores tratarán de identificar los restos y devolverlos a sus familiares para que puedan ser enterrados formalmente, dijo el patólogo español Francisco Etxeberria a Reuters el domingo.
Más de 500.000 personas fueron asesinadas durante la guerra civil española de 1936-1939. Los historiadores estiman que más de 100.000 personas siguen desaparecidas, muchas de ellas en fosas comunes sin identificar.
El gobierno de coalición de izquierdas aprobó en 2020 un proyecto de ley para financiar las exhumaciones de las fosas comunes no identificadas como parte de un esfuerzo más amplio para averiguar la verdad sobre los crímenes de la dictadura y curar las heridas que siguen abiertas cuatro décadas después de la muerte de Franco.
Generaciones después, los españoles siguen de luto
Naiara Garmendia dijo que entendía mejor a su familia, especialmente a su difunto abuelo, después de saber lo que le había ocurrido a principios de los años 40 a su bisabuelo, Bernardo Rodríguez, sindicalista extremeño de UGT, que murió en Orduna.
“No puede estar aquí, no tiene esta paz, no sabrá dónde estaba su padre. Pero, de alguna manera, se lo podemos dar”, dijo a Reuters sobre su difunto abuelo.
La documentación histórica sobre las fosas y los testimonios sugieren que los restos humanos pertenecen a presos que murieron entre febrero y junio de 1941 en la Prisión Central de Orduna, según informó el Gobierno regional vasco en un comunicado.
Estiman que al menos 225 personas murieron en lo que primero fue un campo de concentración durante la guerra civil, entre 1937 y 1939, y luego una prisión entre 1939 y 1941.
Etxeberria explicó que se trataba de presos republicanos que fueron encarcelados en terribles condiciones bajo el régimen de Franco.
“Murieron de hambre, de falta de ropa, a veces de enfermedades como la tuberculosis”, dijo.
“Estamos ante víctimas de la represión franquista”.
Un equipo de expertos forenses recogerá los restos enterrados en el cementerio local, cerca de la antigua prisión, y los enviará a laboratorios para realizar pruebas de ADN.
Los familiares recibirán los restos una vez identificados. Esta exhumación forma parte del programa Gogora (Memoria) del Gobierno Vasco “Búsqueda de desaparecidos de la Guerra Civil”, en colaboración con la Sociedad de Ciencias Aranzadi y la colaboración del ayuntamiento de Orduna.