Arqueólogos israelíes hallaron cerámica egipcia y griega del siglo VII a.C. en Meguido, posible evidencia de la batalla entre el rey Josías y el faraón Necao.
Cerámica egipcia y griega respalda el relato bíblico en Meguido
En excavaciones recientes en Meguido, al norte de Israel, un equipo de arqueólogos descubrió artefactos del siglo VII a.C. que podrían confirmar la batalla mencionada en los libros de Reyes y Crónicas, entre el rey Josías de Judá y el faraón egipcio Necao. Este hallazgo marca la primera vez que se encuentra una concentración significativa de cerámica egipcia en el sitio asociado con el “Armagedón” bíblico.
La investigación fue liderada por el profesor Israel Finkelstein de la Universidad de Haifa y el Dr. Assaf Kleiman de la Universidad Ben Gurion. Ambos encabezan la Expedición Megiddo y publicaron los resultados en dos revistas especializadas. Según detallaron, los objetos encontrados incluyen vasijas egipcias utilizadas para cocinar, servir y almacenar, lo que sugiere la presencia de tropas extranjeras en el lugar hacia el año 609 a.C.
Junto a los hallazgos egipcios, se encontraron vasijas del este de Grecia datadas entre 630 y 610 a.C., compatibles con el periodo de la batalla de Josías. Los investigadores plantean que estos objetos podrían vincularse con mercenarios griegos que habrían combatido junto a Egipto, apoyando la hipótesis basada en fuentes griegas y asirias de la época.
El texto bíblico indica que Josías intentó detener el avance de Necao hacia Asiria y fue derrotado y asesinado en Meguido. Finkelstein señala que la ubicación de la batalla coincide con el sitio arqueológico y los nuevos datos aportan un respaldo material a lo relatado en 2 Reyes 23 y 2 Crónicas 35.

Datos clave sobre la excavación en Meguido y sus hallazgos
- Se hallaron más de 100 fragmentos de cerámica egipcia del siglo VII a.C.
- La batalla de Josías y Necao habría ocurrido en 609 a.C.
- Se encontraron vasijas griegas que sugieren presencia de mercenarios extranjeros
- La cerámica incluye piezas de tipología asiria y judía
- El hallazgo se realizó en la “Área X” del sitio, cerca del barrio administrativo
- Los artefactos presentan trazos petrográficos egipcios, confirmados en laboratorio
Vasijas y restos arquitectónicos confirman ocupación egipcia
Las excavaciones en el sitio revelaron una estructura del siglo VII a.C. compuesta por varias habitaciones y un patio central. En su interior se recuperó una gran cantidad de cerámica rudimentaria que no corresponde a la producción local. Los análisis petrográficos confirmaron que el material proviene de Egipto, lo que refuerza la teoría de que una guarnición egipcia ocupó Meguido tras la retirada asiria del Levante.
El Dr. Kleiman explicó que la cerámica encontrada no fue importada con fines comerciales. Se trata de vasijas toscas cocidas a baja temperatura y sin decoración, utilizadas presumiblemente por soldados o personal militar. La distribución de los objetos en la estructura excavada sugiere su uso diario por parte de ocupantes extranjeros.
Además, se identificó una pieza de cerámica fabricada en Moza, cerca de Jerusalén, lo que indica contacto con el reino de Judá. El hallazgo de cerámica asiria en el mismo contexto refuerza la interpretación del sitio como un punto estratégico en el tránsito entre poderes regionales.

Finkelstein destacó que, aunque en el pasado se sospechaba de una ocupación egipcia basada en textos bíblicos, esta es la primera vez que se presenta evidencia arqueológica directa. Los hallazgos permiten reconsiderar el papel de Meguido en la guerra entre Egipto, Judá y los remanentes del imperio asirio.
Conexiones bíblicas con Gog y los lidios se reevalúan
El descubrimiento ha llevado a los arqueólogos a reconsiderar posibles vínculos entre los relatos bíblicos y actores históricos reales. Finkelstein mencionó que algunos estudiosos relacionan a Gog, figura bíblica mencionada en Ezequiel y el Apocalipsis, con Giges, rey de Lidia, quien habría enviado mercenarios para apoyar a Egipto en el siglo VII a.C.
Este tipo de relación entre textos antiguos y fuentes históricas exteriores fortalece la posibilidad de que eventos mencionados en la Biblia estén reflejando coaliciones reales formadas durante las guerras de poder en el Levante. La presencia de cerámica griega podría ser una evidencia indirecta de la participación de mercenarios lidios en la batalla contra Josías.
La narrativa teológica del Apocalipsis que menciona la batalla final en “Armagedón” —término derivado del hebreo Har Megiddo— también cobra relevancia en este contexto. Según Finkelstein, existe una posible conexión simbólica entre la muerte de Josías, considerado el último rey justo de Judá, y la idea de un retorno mesiánico en el mismo lugar.
Estos elementos añaden una dimensión religiosa y cultural al descubrimiento arqueológico, al entrelazar restos materiales con tradiciones escritas que marcaron la identidad del antiguo Israel.
Nuevos métodos permiten reinterpretar el pasado de Meguido
Las excavaciones previas en Meguido, realizadas desde principios del siglo XX, carecían de técnicas arqueológicas modernas, lo que limitó su utilidad científica. Los nuevos estudios aplican métodos avanzados como análisis tipológico, petrográfico y contextual que permiten reconstruir de manera más precisa los eventos ocurridos en el sitio.
Kleiman explicó que encontrar estratos intactos del periodo asirio había sido un objetivo central. En 2016, lograron identificar un área prometedora cerca del barrio administrativo del sitio. Durante los años siguientes, el equipo procesó los materiales en el laboratorio de la Universidad Ben Gurion, confirmando las primeras pruebas materiales directas de la batalla bíblica.
El hallazgo revaloriza la importancia de Meguido como punto geopolítico clave y lugar de múltiples conflictos a lo largo de la historia. El trabajo de campo ha demostrado que, pese al daño causado por excavaciones anteriores, aún es posible obtener evidencia arqueológica crítica.
Con estos resultados, la Expedición Megiddo reafirma la relevancia de aplicar enfoques científicos interdisciplinarios a sitios con tradición histórica y religiosa significativa. El descubrimiento marca un paso crucial en el estudio de la interacción entre narrativas bíblicas y realidades arqueológicas.