Durante el reciente y devastador terremoto de Turquía, un grupo de voluntarios de los equipos de respuesta a emergencias ZAKA registraron las ruinas de la ciudad y encontraron algo que no habían esperado ni buscado: pergaminos del Libro de Ester con siglos de antigüedad.
Según un reportaje de Ynet, un anciano de la zona se acercó llorando al comandante Haim Otmazgin, jefe del equipo de búsqueda y rescate de ZAKA, y le entregó los pergaminos.
Pergamino encontrado en las ruinas de Antakya de la comunidad judía turca
El hombre le dijo al mayor Otmazgin: “Lamentablemente, el último jefe de nuestra comunidad ha fallecido y, dada nuestra proximidad a Siria, no me gustaría que los pergaminos cayeran en manos equivocadas”. Por favor, manténgalos a salvo y asegúrese de tener presente a nuestra comunidad.
Saul Cenudioglu, presidente de la comunidad judía de Antakya, en Turquía, fue hallado muerto la semana pasada. El cadáver fue descubierto por un equipo de voluntarios de la ZAKA y tropas del Mando del Frente Interior de las FDI. En los restos de su casa, Cenudioglu y su esposa Fortuna fueron descubiertos muertos. El mismo equipo de soldados y voluntarios había descubierto el cadáver de Fortuna la noche anterior, el jueves, y lo habían identificado con éxito.
El comandante Otmazgin aceptó y prometió supervisar personalmente la entrega de los pergaminos y mantenerlos a salvo. Para decidir a quién debe confiar los pergaminos, está hablando con un enviado de Jabad en Estambul.
El comandante Otmazgin comentó: “En mi papel de voluntario de ZAKA durante muchos años, éste es uno de los acontecimientos más conmovedores de mi vida”. “Es un gran honor para mí conservar un documento histórico tan importante y garantizar que la historia judía de Antakya se preserve incluso después de que el terremoto la destruyera casi por completo”.
A pesar de las réplicas que persistieron en la zona, la ZAKA logró sacar de entre los escombros a varias decenas de personas durante un esfuerzo de búsqueda y rescate que duró tres días. Saul y Fortuna Cenudioglu, líderes de la comunidad judía de Antakya, se encontraban entre los que descubrieron que no todos seguían vivos.
La comunidad judía de Antakya quedó completamente destruida por el terremoto, pero los pergaminos siguen reflejando su historia.