Los investigadores han identificado estas piedras como las evidencias más antiguas de guerra en el Levante meridional.
Israel ha sido el escenario de un descubrimiento arqueológico significativo. Investigadores de la Autoridad de Antigüedades de Israel han estudiado numerosas piedras para hondas, halladas en los yacimientos prehistóricos de Ein Zippori, en la baja Galilea, y Ein Esur, en la llanura septentrional de Sharón.
Estas piedras, que datan de hace aproximadamente 7.200 años, pertenecen al Calcolítico Temprano.
El análisis de estas piedras ha revelado que poseen características idénticas en tamaño, forma y composición, lo que sugiere una producción en masa con propósitos bélicos. Los arqueólogos destacan que estas piedras, destinadas a ser lanzadas con hondas, presentan una forma aerodinámica bicónica específica, diseñadas para una proyección precisa y eficaz.
Los investigadores han identificado estas piedras como las evidencias más antiguas de guerra en el Levante meridional. La similitud y la producción a gran escala de estas piedras de honda indican un esfuerzo organizado y significativo en la manufactura de armas. El estudio también revela la existencia de una comunidad organizada dedicada a la producción de munición.
Los autores del estudio, el Dr. Gil Haklay, Enno Bron, la Dra. Dina Shalem, el Dr. Ianir Milevski y Nimrod Getzov, concluyen que la proliferación, formalización, estandarización y fabricación intensiva en mano de obra de estas armas señalan a una organización avanzada, interpretada como una escalada en los preparativos para la guerra y la existencia de centros de poder locales en la región. Su trabajo, titulado “Up in Arms:
Slingstone Assemblages from the Late Prehistoric Sites of ‘En Ẓippori and ‘En Esur”, ha sido publicado en la última edición de ‘Atiqot, revista de la IAA.
Es importante resaltar que las hondas antiguas, distintas a los tirachinas modernos, fueron armas letales y precisas utilizadas en caza, defensa personal y conflictos bélicos.
Famosas en la historia bíblica de David y Goliat, las hondas continuaron su uso como armas militares hasta la época romana, siendo parte integral de las unidades especializadas romanas, los funditores, en la conquista de Britania.
Recientemente, investigadores y entusiastas de armas antiguas han confirmado la eficacia de la honda antigua a través de reconstrucciones y demostraciones prácticas.