El Museo de Israel ha sumado a su exposición una singular caja de piedra caliza de 2.000 años de antigüedad, perteneciente al periodo del Segundo Templo, que, según la Autoridad de Antigüedades de Israel, se empleaba probablemente para la venta de pequeños objetos en un mercado de peregrinos.
Esta caja cuadrada, con dimensiones de 30 centímetros por lado y dividida en nueve compartimentos, fue hallada en un antiguo almacén cerca del Camino de Peregrinación en la Ciudad de David, indicativo de la intensa actividad comercial de la época.
Los restos ennegrecidos en sus laterales sugieren que la caja pudo haber sido quemada durante la Gran Revuelta Judía, evento que precipitó la destrucción de Jerusalén. Este descubrimiento se une a una variedad de objetos hallados en la zona que evidencian un próspero mercado urbano, desde vasijas hasta herramientas de medición, todos testimonio de la vibrante vida comercial adyacente a la calzada durante el Segundo Templo.
La calzada de peregrinación, eje central de Jerusalén de hace dos milenios, conectaba la piscina de Siloé con el Monte del Templo, sirviendo como el principal bulevar de la ciudad. La función de la caja era, al parecer, la de exponer productos medidos para su venta, similar a un uso previamente sugerido por arqueólogos en los años 50 para una caja comparable.
La economía de la Jerusalén del Segundo Templo reflejaba patrones comerciales comunes en el mundo romano antiguo, con mercados que ofrecían una mezcla de productos locales, importados y exóticos. La ciudad, centro neurálgico de peregrinación judía, albergaba mercancías únicas, incluida esta caja de piedra. La prevalencia de vasijas de piedra caliza en Jerusalén se explica por la ley judía que establece su inmunidad a la impureza, a diferencia de los recipientes de metal o arcilla.
Los doctores Yuval Baruch y Ari Levy, arqueólogos principales, destacaron la relación de este hallazgo con la economía única de Jerusalén, llevada a cabo bajo la influencia del Templo y en estricta observancia de las leyes de pureza, considerándola un testimonio distintivo de la ciudad.
La caja de piedra caliza se encuentra en exhibición en el Museo de Israel, ofreciendo una ventana a la historia comercial y cultural del periodo del Segundo Templo.