La iglesia de San Román, de 1000 años de antigüedad, ha sido redescubierta en Cataluña, España.
La iglesia, construida en 1062, se inundó en los años sesenta cuando se construyó una presa en las cercanías. La sequía redujo los niveles de agua del embalse de Sau al 10% de su capacidad, y eso permitió que la iglesia volviera a ser visible.
La sequía en España
España sufre una sequía prolongada tras 36 meses de precipitaciones por debajo de la media. Algunas zonas están tan resecas que las autoridades han pedido a los ciudadanos que reduzcan el consumo de agua y los meteorólogos advierten de que lo peor está por llegar.
Algunos embalses de Cataluña, que rodea Barcelona, están tan bajos que han resurgido viejas construcciones como puentes y el campanario de una iglesia, la gente vuela cometas en el lecho de los lagos y las aplicaciones de navegación muestran a alguien en medio del agua cuando está en tierra firme.
El tiempo será más seco y caluroso de lo habitual esta primavera a lo largo de la costa mediterránea nororiental que incluye Cataluña. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el tiempo seco aumentará el riesgo de incendios forestales, aunque las precipitaciones serán medias en todo el país.
“Se trata de una zona que podríamos calificar de tierra de nadie porque no se está viendo afectada por las tormentas procedentes del Atlántico y el Mediterráneo”, dijo a Reuters Rubén del Campo, portavoz de la AEMET, refiriéndose al noreste de España.
Señaló al cambio climático como uno de los factores principales.
“Las olas de calor en esta zona geográfica del planeta son más frecuentes, están aumentando con más frecuencia que en otras regiones”, dijo.
La sequía en España medida en 12 meses no es peor que en 2017, 2012 y 2005. Pero el nivel medio de agua en los embalses de Cataluña se sitúa en solo el 27%, ligeramente por encima del nivel en partes de la región meridional de Andalucía.
Tras 25 meses sin lluvias significativas, Cataluña pidió a principios de este mes a la mayoría de sus siete millones de habitantes que redujeran el consumo de agua en un 8% en el hogar, un 15% en la industria y un 40% en la agricultura.
En el embalse de Sau, 100 km al norte de Barcelona, que sólo está lleno al 10%, los barcos capturaron toneladas de peces que no sobrevivirían en el agua poco oxigenada para proteger el agua potable.
Las especies invasoras serán sacrificadas, mientras que las autóctonas se liberarán en aguas cercanas. Se ha restringido el acceso por temor a que la gente quede atrapada en el lodo.